Zack Snyder no es el mejor director de cine de su país, los Estados Unidos, pero sí es un gran esteta detrás de las cámaras. En una industria en donde la mayoría de los mejores directores de la actualidad son mexicanos y coreanos, las cintas de Snyder tienen un sello totalmente reconocible.

En medio de una industria totalmente entregada a secuelas, remakes y películas de Marvel, con una estética estéril, aburrida y uniforme, las cintas de Snyder son perfectamente reconocibles. Lo mejor de su trabajo ha sido dentro del cine de género (Dawn of the Dead) y en el marco de las adaptaciones a novelas gráficas (300, Watchmen). Visualmente, podemos agregar “Army of the Dead” (El Ejército de los Muertos) a la lista.

La cinta, estelarizada por Dave Bautista, Ana de la Reguera y Theo Rossi, mezcla a partes iguales el horror del cine de zombis, las cintas de robos como “Oceans Eleven” y hasta una dosis de drama familiar. Sin recurrir a los odiosos spoilers, la película narra el intento de un grupo de mercenarios por recuperar 200 millones de dólares resguardados dentro de un casino ubicado en una ciudad de Las Vegas abandonada después de la propagación masiva de una infección que crea los “muertos vivientes” creados por el ya fallecido George A. Romero hace más de cinco décadas. Junto con Danny Boyle y su cinta “28 days later”, Snyder fue uno de los creadores del género de “zombis rápidos” en su remake de 2004 de “El Amanecer de los Muertos” de Romero.

Abrevando a estas mismas fuentes, el director mezcla los zombis “rápidos” junto con los “lentos” originales de Romero, además de un poco de inteligencia en los monstruos que rememoran a su vez a la novela “Soy Leyenda”, de Richard Matheson, adaptada en 2007 en una cinta estelarizada por Will Smith y que fuera una de las inspiraciones de George A. Romero. El círculo se cierra. De manera similar a “Dawn of the Dead”, Snyder critica el consumismo norteamericano a un nivel más grande que el centro comercial de la cinta de la década de los setenta (y su remake de los dosmiles), cambiando el alcance a toda la ciudad de Las Vegas, con sus casinos y excesos.

Para rematar, el director se da el tiempo para hacer un poco de comentario social con campos de concentración para refugiados del “apocalipsis zombi” en Las Vegas que nos rememoran a las jaulas en donde se encarcelan niños y familias en la frontera con México, además de la paranoia causada por la pandemia de Covid-19, en donde entre otras medidas de seguridad, se toman constantemente las temperaturas de las personas. No es la mejor cinta de Snyder, pero sí la más entretenida que ha hecho en los últimos años. Ya está disponible en Netflix.