Se conmemoraron 500 años, cinco siglos, de la caída de México-Tenochtitlán

Los análisis históricos se los dejamos a personas expertas. Lo que me gustaría comentar, a continuación, es la existencia de una quinta columna ideológica en nuestro país: los mexicanos que sueñan con ser ibéricos, europeos y blancos. Y si, existen ciudadanos mexicanos con vínculos inmediatos con España, recientemente los refugiados que fueron recibidos de forma noble en nuestro país tras el fin de la Guerra Civil Española (comparen nuestro recibimiento con el “recibimiento” que da gobierno y amplios sectores de la sociedad de España a los refugiados económicos de Sudamérica y África, por señalar dos ejemplos).

Pero fuera de esa población, que no es grande, los mexicanos, por más que lo sueñen, anhelen y se blanqueen, jamás serán españoles.Tu, mexicano, que te avergüenzas de tu piel morena, de tus antecedentes indígenas, africanos o asiáticos. Jamás serás español.Tu, mexicana, que presumes de tu tatatatatatatarabuelo “español”, tampoco.Por más que vayas a las corridas de toros, comas paella y “apoyes” a la Selección de España, o al Real Madrid, o se te pegue el “ceceo” de algunas regiones ibéricas, tampoco.

El referirte a España como la “madre patria”, menos. México es un país surgido de las cenizas de un proceso colonial, genocida y etnocida liderado por violadores, ladrones, esclavistas y criminales españoles. Aquel país no lo reconoce porque reconocer esas atrocidades es reconocer la que hicieron en África, Asia y otras partes del mundo.Sin embargo, los pueblos originarios siguen resistiendo, existiendo y persistiendo. Con eso me quedo y no con el acomplejamientos de personas que por más que sueñen, jamás serán lo que tanto desean.

La colonización de facto ya terminó, pero la colonización económica y mental persisten y deben ser erradicadas. Así de fácil, así de simple.