Desde Chihuahua, la Procuraduría Fiscal de la Federación, que encabeza Carlos Romero Aranda, implementa un operativo para investigar empresas que ofrecen inversiones con utilidades por encima de las instituciones financieras. Estas “pesquisas” se coordinan con autoridades estatales bajo el aval del gobernador saliente, Javier Corral.
Llama la atención que este anuncio surge luego de las constantes quejas en contra de la firma Grupo Aras, del empresario Armando Gutiérrez, quien acumula denuncias de consumidores defraudados tanto en la Procuraduría Federal del Consumidor, de Ricardo Sheffield, como en la propia Procuraduría Fiscal Federal, por parte de clientes defraudados que alegan incumplimiento en las utilidades prometidas.
El modus operandi de dicha firma se basa en sus altas tasas de interés, ostenta una abultada base de clientes calculada en 15 mil y obtenida durante los últimos cinco años. Esta empresa sustenta sus inversiones en proyectos inmobiliarios y en la extracción de oro en minas de Ascención y de Balleza y ahí radican las dudas de la legitimidad de Aras, pues al parecer son sólo argumentos sin fundamento sólido.
Empresarios mineros de Chihuahua sostienen que, desde hace muchos años, lo que menos hay en esa región, es oro y que las supuestas minas de Aras ni siquiera figuran en el padrón del Gobierno de ese estado. La mentada mina “La Morita”, además de que no opera, tampoco tiene oro ni plata. Así que por ese y otros argumentos sin fundamento, esta firma será objeto de una auditoría para poner en claro el origen de su fortuna.
Es una realidad de que el estado de Chihuahua es rico en minerales y metales preciosos, de hecho ese estado ocupa el cuarto lugar en extracción de oro y segundo lugar en extracción de plata. La pregunta es ¿Si tanto le va muy bien a Aras en la extracción de oro, porqué no invertir en la bolsa de valores? Quizás por que al ser una empresa listada en bolsa, le obligaría a rendir información pública de manera trimestral o anual pero transparente. Tome nota.