Carlos Loret de Mola ha dicho lo siguiente este jueves 28 de septiembre de 2023 en su columna de El Universal:

  • ‘Cada día se vuelve más irrelevante lo que haga Ebrard’.
  • ‘Si se queda en Morena, será un ridículo político de notables dimensiones’.
  • ‘Si se va a Movimiento Ciudadano, ya no sorprenderá a nadie y quizá se extravíe en la intrascendencia de los que, en una elección polarizada entre dos bandos, no quieren pertenecer a ninguno’.
  • ‘Además, en las encuestas no hay gran diferencia para MC si postula a Ebrard o a Samuel García, ficha propia’.
  • ‘Acaso si el excanciller apoya a Xóchitl Gálvez —que se ve muy improbable— podría dar un poco de oxígeno a una campaña que luce estancada y recibirlo a cambio’.
  • ‘La política da sorpresas. Hasta hoy, Marcelo ha sido una. Pero para mal’.

Ganas en el FAM de desechar a Xóchitl

¿Qué debió haber hecho Marcelo Ebrard después de su derrota en la contienda interna de Morena? Actuar con decencia y aceptar el resultado.

Claudia Sheinbaum lo derrotó ampliamente en las mediciones de preferencias electorales que realizaron cinco casas encuestadoras, incluida la que él propuso.

Por vanidad, Ebrard ha insistido en impugnar, para que se reponga, un proceso que se desarrolló con toda transparencia. No ocurrirá.

Para su mayor desgracia, Movimiento Ciudadano no necesita a Ebrard: este partido tiene en Samuel García a un mejor candidato.

¿El Frente Amplio por México le quitaría la candidatura a Xóchitl Gálvez para ofrecerla a Marcelo Ebrard? Saldría peor el remedio que la enfermedad.

Entiendo que estrategas y patrocinadores de Xóchitl están desesperados porque ella no crece, sino cae en las encuestas —en la más reciente aplicada en vivienda, de De las Heras Demotecnia, Claudia Sheinbaum supera por 54 puntos a la candidata de la derecha—.

El fFAM lo dominan empresarios, esto es, gente acostumbrada a desechar rápidamente a los y las gerentes que no funcionan, y Xóchitl evidentemente no ha funcionado.

Loret ve “estancada” a la senadora Gálvez. Creo que más que inmóvil, la candidatura de la señora X. retrocede aceleradamente. Y en el frente PRI, PAN, PRD ya se dieron cuenta del desastre.

La ventaja histórica

Nunca desde que se aplican encuestas preelectorales en México se había visto una ventaja de más de 20 puntos en una contienda presidencial. Quizá en 1994 Luis Donaldo Colosio, primero, y después su sustituto, Ernesto Zedillo, tuvieran en los sondeos diferencias tan grandes a su favor, pero eran todavía los tiempos del PRI absolutamente dominador.

El hecho es que los números de Sheinbaum son impresionantes, y sí, guste o no a intelectuales como Héctor Aguilar Camín, el arroz presidencial de 2024 parece estar bien cocido.

Claudia Sheinbaum en un estudio demoscópico (de MetricsMx, telefónico) logró 35 puntos de diferencia a su favor, y en otro (De las Heras, aplicado cara a cara) ha superado por más de 50 a Gálvez.

Veremos pronto otras encuestas de vivienda que confirmarán, o no, tales ventajas. Si las confirman, la tentación de despedir a Xóchitl Gálvez será enorme.

El problema es que, después de todo lo que dijeron sus promotores —presentaron a Xóchitl como una candidata maravilla—, sería ridículo que al cuarto para las doce aceptaran la verdad: la señora X. no tenía nivel para enfrentar a la poderosa maquinaria de Morena en la elección presidencial.

¿Por qué el partido de izquierda conservará tan fácilmente la presidencia de México?

Desde luego, por el eficaz trabajo de la candidata de Morena, Sheinbaum. Pero también —y sobre todo— por la enorme aprobación de AMLO, que es producto de su innegable genio político.

Nunca habíamos visto que la popularidad de un presidente siguiera creciendo inclusive en el último año del sexenio. Andrés Manuel está logrando lo que ninguno de sus antecesores pudo conseguir desde Ernesto Zedillo: hacer ganar a su candidata.

  • Zedillo no vio triunfar en las elecciones presidenciales del año 2000 su candidato, Francisco Labastida.
  • Vicente Fox ni siquiera tuvo un candidato propio. Su partido, el PAN, hizo a un lado a Santiago Creel para apoyar a Felipe Calderón. Este perdió frente a AMLO en 2006. Si llegó al poder se debió a un enorme fraude electoral, que por cierto es el origen de la terrible violencia que sigue aterrorizando a México.
  • Calderón tampoco pudo hacer candidato a quien él prefería, Ernesto Cordero. La señora Josefina Vázquez Mota le quitó la candidatura del PAN, pero solo para quedar en tercer lugar en las presidenciales de 2012.
  • Enrique Peña Nieto quería hacer candidato a Luis Videgaray o bien, como segunda opción, a Miguel Ángel Osorio Chong, pero ninguno de estos creció lo suficiente, así que se la jugó con José Antonio Meade, quien en la elección de 2018 quedó en tercer lugar.
  • AMLO siempre pensó en Claudia Sheinbaum como candidata presidencial de su partido, Morena. Pero no le regaló la candidatura. Ella tuvo que demostrar que la merecía en una dura competencia interna contra Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López, Manuel Velasco y Ricardo Monreal. En la interna Claudia hizo mejor trabajó y ganó. ¿Vencerá en la presidencial? Seguramente. No se ve cómo la derecha podría remontar en nueve meses una desventaja de mucho más de 30 puntos.

Iluso Marcelo

El sueño de Ebrard dejó de ser la candidatura de Morena, que perdió. Y ya debe haber entendido que en MC no lo necesitan.

¿El frente PRI, PAN, PRD? Si sus dueños y estrategas desecharan a Xóchitl —les encantaría hacerlo—, creo que la alianza opositora se acabaría.

Si Xóchitl renunciara o la despidieran, habría dos opciones: Marcelo Ebrard y Beatriz Paredes. Pero el primero no sería aceptado por la dirigencia del PRI y la segunda sería rechazada por quienes mandan en el panismo.

Los líderes del PRI conocen a Ebrard, siempre un gandalla. Saben que invitarlo a ser candidato presidencial les llevaría a fuertes choques con este político, ya que Marcelo intentaría adueñarse del partido en el que militó muchos años y dirigió en la capital del país durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

El caso de Beatriz es distinto: ella es demasiado priista para las bases panistas. Quizá Enrique de la Madrid podría ser una opción capaz de mantener la alianza opositora en el caso, probable —y deseable para quienes mandan en el FAM— de que Xóchitl por su pésimo desempeño dejara la candidatura presidencial. Pero De la Madrid no entusiasma a nadie en la oposición.

Tales son los escenarios. En ninguno Xóchitl es competitiva. Y en ninguno Marcelo es candidato.