El presidente está cerrando su sexenio bajo fuego y no por ataques de los “conservadores”, sino por el fracaso generalizado en todos los ámbitos de su administración, en salud, educación, energía, seguridad, corrupción, impunidad, procuración de justicia y un largo etcétera.

La población muestra signos de decepción y desesperación por la incapacidad e ineficiencia de un presidente, que pasa de una ocurrencia a otra viendo por la oligarquía que lo tiene controlado.

Monopolios

El paquete de reformas enviado de última hora va por la generación de monopolios, no solamente estatales, que de por sí han mostrado ineficacia y corrupción, sino de la oligarquía que acompaña al presidente, así lo han considerado expertos, legisladores y la sociedad en general al conocer con más detalle las incongruencias y falta de visión de las iniciativas.

En el caso de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica AMLO insiste en “estatizar” y que la CFE sea quien genere y distribuya la energía y, en el caso del petróleo, que Pemex haga todo, perfore, refine y distribuya. Solo dos países en el mundo, Corea del Norte y Cuba lo hacen así, y los resultados están a la vista.

También pretende eliminar órganos autónomos como la CRE y la CNH y otras instituciones que son garantes del desarrollo del sector energético para dejarlo al criterio discrecional de funcionarios públicos del tipo de Manuel Bartlett y sin que nadie les diga ni exija nada.

Bajo este esquema quienes se verán favorecidos serán los amigos, los compadres, los intereses políticos y económicos de la familia presidencial y los de la oligarquía que favorecen.

Estatizar servicios

En la iniciativa se menciona estatizar el servicio de internet a través de CFE con el objetivo de evitar que una parte importante de la población, por razones económicas, carezca de este instrumento fundamental para la educación, la cultura, la economía y la información, con un criterio constitucional con el cual el Estado garantice su desempeño.

Es decir, como en todo régimen autoritario, el Estado asumiría todas las acciones y con ello, el control absoluto.

Todo esto tiene una dedicatoria para la oligarquía o dicho de otro modo, la “Mafia del Poder”.

El economista James Robinson en su libro “Por qué fracasan los países” ilustra dos tipos de sociedades: las inclusivas y las exclusivas. “Bill Gates como símbolo de innovación y progreso y Carlos Slim como reflejo del acaparamiento de la riqueza y del estancamiento”.

Describe a una sociedad inclusiva como una que promueve la iniciativa personal, estimula y garantiza la igualdad de oportunidades y la defensa de las libertades de sus ciudadanos, que involucra a la sociedad civil en la toma de decisiones y que apuesta de manera decisiva por la productividad y la innovación. Lo que AMLO niega y combate.

Por el otro lado, las sociedades exclusivas, no solo permiten sino favorecen a los monopolios, enriquecen a unos pocos y empobrecen a la mayoría de sus ciudadanos.

Las favoritas de AMLO

Con la política energética de AMLO, Grupo Carso, de Carlos Slim se ha enriquecido y extendido sus tentáculos, ya no solo en temas de telecomunicación y de prebendas y concesiones otorgadas por el gobierno, sino ahora con buena parte del control de la energía, negocios en extracción de petróleo, transporte y distribución de gas, y construcción de infraestructura energética.

También alcanzó un acuerdo vinculante para adquirir el 100% del capital social de la mexicana PetroBal, los campos productores de petróleo Ichalkil y Pokoch, situados a más de 40 kilómetros de la costa del Golfo de México. De igual manera la sociedad con Talos Energy y Harbour Energy le permiten explotar al Campo Zama, uno de los proyectos energéticos más prometedores de México, y en diciembre pasado firmó con Bartlett un acuerdo para construir un gasoducto en el norte de México, con una longitud de 416 kilómetros, continuación del gasoducto Samalayuca - Sásabe (Guanajuato-Sonora); y ahora está asociado con otra de las empresas consentidas de AMLO, Sempra que dirige Tania Ortiz, la sobrina de Carlos Salinas.

Otras dos empresas altamente favorecidas en el sector energético son Sempra Energy una aliada de Trump que tiene todo el negocio para la exportación de gas natural licuado en México, centrales de generación y ductos de transporte de gas natural, y TC Energy, empresa canadiense asociada con Sempra en diversos negocios de ductos de gas natural. Su VP, jurídico es René Tello Carbonel que aparece entre los amigos de los hijos del presidente.

Estas tres empresas, Carso, Sempra y TC Energy, en contubernio con la 4T se hicieron de casi todas las asociaciones y cámaras de la industria energética de México, tales como la Asociación Energía Puesta en Marcha que preside Lizeth Perla o la Asociación Mexicana de Gas Natural que dirige la aliada de Tania Ortiz y ex empleada del ex secretario de energía Luis Téllez, Vania Laban, esta importante asociación, tiene como secretario técnico al influyente abogado Jesús Rodríguez Dávalos, sobrino de quien fuera subsecretario de Antonio Ortiz Mena, Jesús Rodríguez y Rodríguez.

Son los únicos interlocutores con la 4T y ahora buscan colocar a sus operadores en otras asociaciones que cambiarán próximamente su mesa directiva, como la ASOLMEX, la AME y otras más, para de este modo, controlar todos los puntos del sector energético.

Primero los ricos.

X: @diaz_manuel