Justamente el miércoles, uno de esos días importantes en el que se anunciaban inversiones para el país de parte del secretario de economía, la presidenta de México, horas posteriores a la mañanera, posteaba una imagen dando cuenta del encuentro que sostenía con el subsecretario de Estado del vecino país, Christopher Landau. Eso, de entrada, nos da una clara señal de que el diálogo, como una de las prioridades de esta administración, sigue su flujo a través de los distintos mecanismos, sobre todo ahora que el clima de las manifestaciones ha llegado a un punto de tensión. Desde luego, ese entorno no ha sido alentado por la jefa de Estado como alude la misma oposición que, de un tiempo para acá, no saben ni qué decir ante la poca injerencia que tienen en los temas de la agenda pública; es decir, la derecha, una vez más, vuelve a perder una oportunidad de sumarse al llamado de unidad en defensa de la soberanía que, en este preciso momento, hubiese sido un aliciente para ellos, especialmente cuando el tema, conscientes de lo que acontece, merece toda la solidaridad y empatía.

Para tal efecto, no tenemos duda de ello, la reunión al más alto nivel que sostuvo Claudia Sheinbaum con un representante de la Casa Blanca, es una señal positiva de que hay voluntad para seguir alcanzando acuerdos. Desde luego, sabemos que el clima social ha dado un giro total en los Estados Unidos, específicamente por el espiral de manifestaciones que se han llevado a cabo. Ante ello, llega un buen momento para aminorar la tensión. Por supuesto, el tema, que ha hecho eco entre la opinión pública, tiene mucho tramo que recorrer, sobre todo negociaciones que, en gran medida, dependen de la rentabilidad que tendrán ambas naciones, particularmente para temas de desarrollo económico. Bajo esta premisa, hay que aplaudir el repunte que ha tenido México en inversiones extranjeras. Precisamente en ese asunto, justo el miércoles pasado, el titular de la Secretaría de Economía, que es de los más eficientes del gabinete de Sheinbaum, anunció, en la mismísima mañanera, dos grandes proyectos que vendrán a fortalecer ese rubro.

El primero, que viene implícito en el proyecto que edificó Claudia Sheinbaum en el Plan México, representa una gran oportunidad para el sector empresarial, especialmente por la puesta en marcha de 13 parques industriales que, por añadidura, traerán cerca de 50 mil empleos en entidades como Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Hidalgo y Querétaro. Y, por si eso fuese poco, Marcelo Ebrard, en el órgano de comunicación más importante como es la mañanera, anunció que, a la par de ello, se construirá una planta cervecera en Yucatán. Con ese dinamismo del secretario de economía, en ese abundante espiral de oportunidades que está generando para miles de trabajadores, hizo alusión a la cantidad numerosa de espacios que se estiman se ocupen entre empleos directos e indirectos. Esto se da, evidentemente, pese al clima de hostilidad que ha montado la oposición para tratar de desestabilizar la gobernabilidad.

Aun así, todo ello, que debemos atribuirlo a los buenos oficios de Marcelo Ebrard, es parte de las prioridades de Claudia Sheinbaum para beneficio del país. Así es como asume los desafíos la misma jefa de Estado, especialmente con esta inesperada irrupción que se ha dado en Estados Unidos. Desde luego, sabemos que llevará días o semanas poder alcanzar un acuerdo al más alto nivel. En ese sentido, la mandataria federal, en ese ánimo conciliador que ha proyectado, tiene un elemento clave como José Ramón de la Fuente. Ese trabajo, en efecto, ha sido bastante notorio, sobre todo para construir puentes de comunicación que flexibilicen la relación diplomática con el principal socio comercial que tenemos. Es más, eso se ha venido multiplicando a comparación de otras administraciones. No hay que perder de vista esa situación, máxime cuando las políticas públicas siguen profundizándose para mejorar la calidad de vida de la población civil.

Los que seguimos muy de cerca este proceso de la 4T del que hablamos, nos percatamos del grado eficiente con el que actúa el gobierno de la cuarta transformación. Ante esa enorme responsabilidad que Claudia ha proyectado con el pueblo de México, vimos un fuerte respaldo de la población civil ahora que prevalece este clima de tensiones con el vecino país. Por lo visto, somos el 80% de la población los que apoyamos no solamente las políticas, sino las decisiones. El otro 20%, que se encumbra en la oposición, son los que siguen deseando que le vaya mal al país. Eso no sucederá, máxime con la capacidad política que ha demostrado la presidenta y, de paso, todo su gabinete legal, que sabe— a la perfección— manejar los asuntos internos que son una prioridad, eso sí, con una estructura orgánica que sigue jalando la inversión a otros niveles como la Secretaría de Economía.