CONDENANDO LÍNEAS

Las cosas en el último año y medio para la Selección Mexicana no han sido nada halagadoras, y mucho en parte por la bajísima calidad de nuestros futbolistas, quienes en su mayoría no tendrían que estar cuando el nivel por el que atraviesan no es el mejor, aunque queda claro que en esto la culpa no es de los que vienen, sino de el que los llama y ahí comienza el juicio hacia el estratega tricolor.

Si bien es cierto que hoy tiene que darse un cambio generacional en la Selección Mexicana, también hay que recordar que al no ser una potencia y no tener 20 futbolistas de élite, se tiene que recurrir a los mismos de siempre, aún cuando lo único que últimamente aportan a esta escuadra sean puras miserias.

Podrán gustarnos o no los que aparecen actualmente en este torneo, pero lo que es un hecho, es que en la cabeza de Gerardo Martino ya aparecen por lo menos 17 o 18 futbolistas que estarán disputando la próxima Copa del Mundo, y que en este tipo de partidos buscará encontrar a esos 8 o 9 jugadores que vayan de relleno a un plantel en el que seguramente solo los veamos cómo acompañantes de banca, a menos que en este poco tiempo tengamos alguna grata sorpresa que le quite la titularidad a alguna de las vacas sagradas de este conjunto.

Otro de los temas que se tienen hoy en día, es que mientras los que están en Europa no sean titulares y no tengan regularidad, difícilmente las cosas con nuestro representativo nacional podrán tener un cambio radical cuando vengan los partidos en el último tramo para la copa del mundo. Porque sin importar quién sea el que ahora los dirige, a la hora de los momentos importantes, hay que mostrar la experiencia y la calidad para poder cambiar la historia y dejar atrás los momentos tristes de cada cuatro años en los mundiales, y estos  se podrán modificar encontrando la regularidad que muchos de ellos no han tenido en los últimos años en el viejo continente.

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La calidad existe en el futbolista mexicano, pero sigue siendo una incógnita la razón del por qué México en este deporte, sigue sin poder dar ese paso que lo lleve a otros escalones más arriba. Algunos creemos que esto es por lo mental, algunos otros por la soberbia, incluso, otros creen que esto sucede por el tema de la falta de carácter en cada uno de ellos. Pero lo que sí es una realidad, es el hecho de saber que cuando se tiene todo para avanzar en algún torneo importante, el jugador mexicano se hace pequeño y vuelve a mostrar las deficiencias que en algún punto parecían olvidadas.

Ojalá que con la llegada de estos jóvenes al representativo mayor, puedan comenzar a cambiar las cosas y que los resultados con los que algunos soñaban y que no hicieron realidad, estos chavos si los consigan, porque está claro que se necesita esa mentalidad como la que tienen los que van llegando. Dejemos de soñar y hagamos los sueños realidad, así de fácil debería de sonar, pensando en que nos quedan solo 5 meses para ver lo más cercano a la lista final en donde los que se pongan la playera verde para Qatar, alcancen su mejor nivel y que con esto las cosas puedan ser mejores en todos los aspectos.

Aquí seguimos teniendo el mismo problema de siempre cuando comenzamos a entender los objetivos que se le piden cumplir al director técnico de nuestra selección, en primera está calificar al Mundial y en segundo ganar la Copa Oro, eso ni siquiera se tendría que pedir, eso siempre tendría que suceder en esta confederación, además de que para una persona que viene a cobrar 2.2 millones de dólares al año por llevar las riendas de un representativo nacional, con ese cartel que lo pone al frente de este equipo, lo mínimo que se le tendría que exigir, es tener siempre un sistema claro de juego y que está selección sin importar quién venga, sepa a qué jugar, pero queda claro que hoy esto no parece importar y que a tan poco tiempo del torneo más importante, este conjunto no juega a nada y no conforme, cada día lo hace peor.