Mientras en nuestro país algunos columnistas se la pasan quejándose de cómo todo lo que hace el actual gobierno está mal, cierran los ojos y se niegan a ver lo que ya sucede en los Estados Unidos, un imperio en decadencia.

Recordarán el álgido tema que nos tuvo como nación -literalmente- “pariendo chayotes”, la famosa degradación a categoría 2 decretada por la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos de Norteamérica (FAA, por sus siglas en inglés), tras concluir que nuestra aviación no cumplía a cabalidad con los anexos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), lo que comprometía tener operaciones 100% seguras.

Si la memoria no me falla, los principales argumentos utilizados fueron que nuestra capacidad de brindar seguridad en las operaciones aeronáuticas estaba muy por debajo de los límites permitidos. Por esta razón la FAA tomó la “valiente” decisión de degradarnos a categoría 2; esto, en los hechos palpables, se tradujo en que las líneas aéreas nacionales no podrían abrir nuevas rutas hacia los Estados Unidos.

Miles de ríos tinta corrieron por esos años, diciendo: ¡cómo no, si este gobierno de cuarta todo hace mal! Se la pasaron diciendo que nuestra aviación estaba en niveles de países africanos, utilizando este estereotipo que en África están mega atrasados y a duras penas tienen aviación.

Rasgaduras de vestimenta, gritos encolerizados culpando de ignorante a la 4T, y un rosario de maledicencias fue lo que en aquellos ayeres nos topamos tanto en medios tradicionales como en portales informativos “on-line”. El punto era golpear al gobierno de López Obrador, ¿para qué hacer un análisis serio?, eso no era tan redituable como crear una narrativa en la cual quedase claro que los mexicanos se habían equivocado al llevar al tabasqueño a la silla presidencial.

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Más o menos así estaban las cosas en esos ayeres, y algunas cosas no han cambiado mucho, siempre que pueden usan cifras, estadísticas, gráficas, fake news, memes o lo que sea para golpetear ahora, al gobierno de Claudia Sheinbaum; no les temblará el pulso para usarlos, al contrario, con más “enjundia” escribirán apoteósicas columnas en donde el Armagedón está a punto de llegar.

Me gustaría saber, sobre el siguiente evento que les voy a compartir, ¿qué dirían esas voces que tanto han criticado al gobierno de la Cuarta Transformación?, pongan mucha atención.

Resulta que en el imperio en decadencia que tenemos al norte del país, no pasa un día en el que en alguno de sus aeropuertos haya un incidente de aviación. La aerolínea más grande del país y del mundo, American Airlines recién tomó una medida que ha desatado variopintas críticas al respecto.

El CEO de American Airlines está rediseñando las cabinas de su flota, en específico de sus aviones modelo A319, a partir de una nueva lógica de mercado que está llegando a los Estados Unidos, donde quieren reforzar el pasaje “premium”; por tal motivo, están eliminando filas de la clase turista con la finalidad de ampliar su primera clase.

Para tal efecto, serán eliminados los asientos de clase turista que originalmente contaban con una pantalla de entretenimiento en el respaldo del asiento, y colocarán los asientos que se utilizan para la cabina económica de las aerolíneas de bajo costo.

Este cambio no solamente consiste en cambiar los asientos y ya. Sepan ustedes que la reestructuración de una cabina es mucho más que eso, para poder lograr tener más asientos de primera clase, además de eliminar algunas filas de asientos de clase turista, hay que modificar los baños y los galleys (cocinas) de las aeronaves.

Voy a tratar de ser muy clara, en la configuración normal de un A319 hay cinco estaciones de sobrecargos. Estas “estaciones” son los asientos donde despega y aterriza la tripulación de cabina, y dos son dobles, uno colocado en la parte delantera de la aeronave, el otro en la parte trasera; y frente a los baños traseros se ubica el asiento denominado “1X”, ese es sencillo.

Así lo pensó Airbus, para un total de cinco sobrecargos a bordo laborando, pero para aprovechar más el espacio, sobre todo en la parte trasera del avión, American Airlines está reduciendo el tamaño de los galleys y reacomodando la ubicación del baño (ahora está en la mitad de lo que era el galley trasero original), la mitad es baño y la mitad es cocina con la nueva configuración.

Al eliminar los baños traseros de la configuración original, el asiento “1X” ahora está colocado en la puerta del baño trasero, frente a la estación doble, lo que provocará no solo que choquen las rodillas de los compañeros entre ellos, sino algo que algunos críticos en el vecino país ya han señalado, y que más allá de la “incomodidad”, la estación colocada en la puerta del baño compromete la funcionalidad de la tripulación.

Y todo esto se hace en aras de obtener más ganancias. Aunque las aerolíneas de bajo costo siguen ganando terreno en el gusto de los usuarios del transporte aéreo, la implementación de más asientos de primera clase, es porque a ellos se les puede encajar más el colmillo en el precio del boleto, lo que genera una ganancia mayor en lugar de ofrecer más asientos de clase turista.

Es una fuerte tendencia en las líneas aéreas tradicionales, como medida para hacerle frente a la aviación de bajo costo. Pensemos que en Estados Unidos las tripulaciones de cabina vienen en todos los tamaños, y que en aras de obtener mayor espacio, no les importa dónde colocan a los sobrecargos en dos fases fundamentales del vuelo “el despegue y el aterrizaje”.

El ex CEO de American Airlines hace algún tiempo se había burlado de Delta, por su decisión de colocar baños “Spaceflex estrechos y combinaciones de lavabo y asiento plegable” en sus aviones de un solo pasillo.

Ahora toca el turno de American Airlines y ¿qué creen? Pues que la FAA, quien debería de estar supervisando este tipo de salvajadas, está más que ausente, igual que cuando se hizo de la vista gorda y dejó que Boeing se autocertificase.

Por supuesto que los sobrecargos de American Airlines han levantado la voz ante estas nuevas medidas de su compañía, que ponen en riesgo las vidas de sus trabajadores, porque el espacio donde están las estaciones de los sobrecargos son de por sí minúsculas y ahora lo serán más. Además, pueden comprometer la seguridad en un vuelo al ser más propensas a que terminen bloqueándose las salidas de emergencia con los propios sobrecargos.

En una próxima columna les hablaré de una tendencia que está surgiendo de volver a poner en el centro a la primera clase, o ya de perdida la clase ejecutiva en los aviones de modelo tradicional, y hablaré del impacto real que está teniendo; será un análisis muy divertido y enriquecedor.