Hace unas semana inició desde muy temprano una feria del empleo en Playa del Carmen, los hoteles y comercios colocan sus stands para que la gente se pueda contratar, hay 8 mil 993 puestos disponibles, es el momento de la recuperación del empleo, después de dos años de pandemia, con una ocupación en números rojos y miles de despedidos durante la contingencia sanitaria, por fin se ve una clara recuperación, han bajado las restricciones en gran parte del mundo, se comienzan a llenar los vuelos, parece sin duda que viene una semana santa a tope y un verano fabuloso para la industria del turismo, así que hay necesidad de fortalecer las plantillas, preparar los hoteles para los turistas, pero a pesar de abrir días completos y publicitar los empleos, termina la feria de reclutamiento con solo 108 personas contratadas, el 1% de las vacantes. ¿Por qué se da esto?

Platicando con varios profesionistas relacionados con la industria, sacamos varias conclusiones, aquí algunas de ellas:

  1. En 2019, 2020 y 2021 se detuvo la hotelería hasta la inmovilidad, se mandó mucha gente a su casa y se despidieron a miles de trabajadores, lo que se sumó a la proyección que se tenía de la pandemia, pues no se tenía una fecha cierta, sobre todo en 2019 y 2020 (cuando se dieron los despidos), porque no existían las vacunas, así que al ser una gran población migrante la que viene a Quintana Roo a trabajar, optaron por regresar a sus lugares de origen, encontraron una forma de vida distinta y ya no regresaron.
  2. Relacionado a los masivos despidos y precisamente ante la realidad de no poder regresar al corto plazo a la ocupación que se tenía, se prescindió de la plantilla más antigua, pues generaba más gasto a los hoteles, por lo que hace falta mucho personal calificado y con experiencia, es decir, que no solo no hacen falta trabajadores, sino que además los que buscan trabajo no cumplen con los perfiles necesarios. Esto alerta un enfoque educativo, para medir la capacidad que se tienen en el Estado para educar para la industria, en relación con la demanda.
  3. Quintana Roo era uno de los estados que más recurría a la subcontratación (pagadoras), así que la reforma a esa figura y la necesidad de reintegrar a los trabajadores a la plantilla del hotel, se hizo con una migración en condiciones de salarios muy bajo, uno o dos salarios mínimos, así que no resultan ser puestos atractivos por las jornadas y el trabajo que significa. Por cierto, que acaba de salir en los medios locales información de que en Quintana Roo se encuentra entre los estados que más bajo salario se paga de todo el país, lo que resulta una gran contradicción siendo que es el estado que más recauda divisas por turismo y estás se encuentran entre los tres ingresos más importantes de divisas del país, junto a las remesas y el petróleo.
  4. La cuestión demográfica, la edad de su población, que los hijos de los trabajadores de la hotelería de los años 2000 (el bum del turismo) que ahora son quintanarroenses, tengan otros objetivos distintos a sus padres, propios de la tecnología y la educación que ha podido recibir, así que el trabajo de camarero o recepcionista no sea atractivo para contratarse.
  5. Todas las anteriores, relacionadas y con distintos grados de interacción, permeando las capas socia económicas del Estado.

Es un tema serio que deberá analizarse con datos duros, cuantitativos y cualitativos, para hacer un planteamiento de política pública en materia de trabajo y desarrollo, pues se han sumado miles de cuartos y el destino tiene una proyección importante, incluso ahora con el Tren Maya, por lo que seguirá siendo el destino punta en turismo, que amerita una solución urgente y seria, sumándose a los distintos temas que se viven en el destino como la seguridad, los servicios, entre otros.

Vemos por lo pronto que se habla al respecto en las campañas.

Mtro. Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en derecho por la UNAM, abogado postulante.