Nada les gusta. Literalmente, que 280 mil personas hayan disfrutado de un concierto de música de banda en el Zócalo de la Ciudad de México los tiene histéricos.

Por una de esas razones del destino, el concierto de Grupo Firme, coincidió con otra de las desgastadas “Marchas Fifís” que todavía crean las falsamente autodenominadas organizaciones de la mal llamada “sociedad civil”.

Ver uno de los volantes en donde se anuncian estos eventos es bastante gracioso. Estos membretes deben ser ya no decenas, sino cientos y podría tratarse, en un hecho histórico no exento de ironía, de la única protesta de la historia en donde hay más organizaciones que convocan que manifestantes.

Leer los comentarios racistas y clasistas contra las personas que acamparon desde la noche anterior para alcanzar un buen lugar en el concierto de Grupo Firme es la clave para entender la falta de arrastre de los membretes de la derecha entre el pueblo mexicano.

¿Cómo va una persona a votar por un grupúsculo clasista y racista, que en medios, redes y en la vida real hace comentarios grotescos sobre el color de piel, la higiene y la apariencia de las personas? ¿Para qué? Un simple concierto los desnudó tal cuál cómo son, en su racismo, clasismo y elitismo.

Quizás los fachos sueñan con un concierto de Madredeus en Bellas Artes, Elton John en Los Pinos, o de la Filarmónica de Berlín en Tulum, obvio con acceso restringido y VIP. Una isla de gente blanca en un país 95% moreno, negro e indígena. Pero su realidad no es así. El futuro los alcanzó.