27 de abril de 2024 | 09:15 a.m.

El reinado del crimen organizado

En opinión de José Miguel Calderón, la crisis de la inseguridad que azota a México no será resuelta con discursos, y menos aun con los partidos de oposición utilizando la tragedia para ganar terreno político.
Compartir en

El fin de semana pasado fue marcado nuevamente por la violencia. Unas balaceras, desatadas por el crimen organizado, sacudieron nuevamente su ciudad favorita: Ciudad Juárez. En ellas, resultaron 11 muertos, 12 heridos y 10 detenidos. Según la información brindada por la Fiscalía General de Chihuahua, los actos fueron consecuencias de las acciones de los grupos Los Mexicles y Los Chapos. Por primera vez (o al menos una de las primeras) se reportaron ataques a la población civil. Así fue confirmado por el propio AMLO el viernes. También se registraron actos violentos en los estados de Baja California, Zacatecas y Guanajuato.

Horas después el gobierno de Estados Unidos, a través de su Embajada en México, emitió una alerta para que sus ciudadanos no viajen a México, en medio de las noticias internacionales de las cuales nuestro país ha sido protagonista.

Estos sucesos violentos han puesto nuevamente de manifiesto el estado de ingobernabilidad que impera en el país. Y no debemos escatimar palabras para decirlo claramente: ¡El crimen organizado reina en México! Las células del narco han penetrado en lo más profundo de nuestras sociedades, han corrompido funcionarios, han destruido el tejido social, han delinquido y han asesinado a familias relacionadas directamente -o no- con el tráfico de drogas.

El problema de la violencia supera, desafortunadamente, colores o siglas de partido. Mientras algunos han optado por el enfrentamiento y por una estrategia de aniquilación, como fue el caso de Felipe Calderón, otros se han decantado por una tregua y apaciguamiento. Así como no funcionó la política de la guerra abierta durante el periodo calderonista, el liberar personajes a Ovidio Gómez tampoco ha dado los resultados esperados.

Mientras la “izquierda” mexicana acusa a Felipe Calderón de haber iniciado el baño de sangre, la oposición recrimina a AMLO haber “cedido las plazas públicas” a los capos del narcotráfico. Sin embargo, según podemos anticipar, el presidente mexicano busca involucrar a las Fuerzas Armadas en labores que corresponden a las autoridades civiles, lo que representa un paso de regresión hacia la estrategia implementada por Calderón.

La crisis de la inseguridad que azota a México no será resuelta con discursos, y menos aun con los partidos de oposición utilizando la tragedia para ganar terreno político. Ha llegado el momento de que la clase política mexicana, dejando a un lado momentáneamente sus intereses inmediatos, reconozca que la inseguridad es una problemática estructural que supera a los políticos y a los partidos.