En varios puntos de Michoacán, incluyendo la capital, se presento la abanderada de la coalición “Fuerza y Corazón por México”. De hecho, toda la semana previa estuvieron anunciando la visita que, para el caso, resultó en un fracaso total. Si hiciéramos un balance rápido, los recorridos de Xóchitl pasaron desapercibidos. Es más, eso es lo que ha pasado desde que se oficializó el arranque de campaña. Y justo ahora que entramos en la mitad del ejercicio, todo sigue prácticamente igual. Me refiero a la ventaja monumental con la que arrancó Claudia Sheinbaum y la que, por supuesto, continúa conservando. O sea que, en definitiva, no ha ocurrido nada que pueda sacudir el tablero político, como anticiparon los comunicadores que, sabemos, son detractores del presidente López Obrador.

En Michoacán, como en muchas partes del país, la oposición tiene injerencia en medios de comunicación. Muchos de ellos, incluso, aseguraron erróneamente que la visita de Xóchitl Gálvez fue todo un éxito. Como suele pasar, exageraron en cifras la asistencia al decir que, en total, más de quince mil asistentes se dieron cita en Morelia. Eso es completamente falso. De hecho, la plaza pública donde se presentó la abanderada opositora no tiene la capacidad para albergar esa cantidad de personas. Es un espacio muy reducido que, por mucho, puede concentrar a cinco mil espectadores. La mayoría de ellos, por cierto, fueron acarreados por las estructuras del PAN. Además de ello, lucieron espacios vacíos en fotografías que circularon en las plataformas sociales.

Así como inflaron a Xóchitl Gálvez de ser un “fenómeno social”, estamos presenciando una estrategia similar. De igual forma, exageraron en la campaña propagandística de una irrupción que, evidentemente, se fue diluyendo con el paso de los días. Junto con ello, queda claro, el desencanto por la alianza variopinta ha terminado por hundir más a la oposición. El lastre de la corrupción y la loza tan pesada que cargan por representar los intereses de los grupos conservadores, los sigue poniendo en detrimento. Inclusive, por más que Xóchitl intente desmarcarse de Alito y Marko Cortés, eso continúa influyendo negativamente.

En Morelia, por ejemplo, el mensaje de Xóchitl fue más de lo mismo. Es decir, la misma narrativa punitiva contra el presidente. De entrada, no es una buena estrategia abrir metralla con dedicatoria a López Obrador, sobre todo por los altos índices de aprobación del mandatario. De igual manera, está comprobado que -el clima de hostilidad- dejó de ser útil desde que las redes sociales cobraron fuerza en las elecciones del 2018. De hecho, se sabe que Gálvez, en la segunda mitad del proceso proselitista, arreció los ataques frontales contra Claudia Sheinbaum con acusaciones falsas y sin fundamento. Lo más seguro es que, el próximo fin de semana, esa sea la tónica del debate. La mala noticia para su coalición, es que Sheinbaum no se enganchará con ella. Es más, no tiene ninguna necesidad.

Desde cualquier perspectiva, Claudia Sheinbaum le sigue ganando la partida a Xóchitl. En Morelia, por ejemplo, la candidata de Morena logró reunir a más de 45 mil asistentes en el emblemático Estadio Morelos. Hay, desde luego, una enorme diferencia de proyectos. Y si a eso le sumamos el momento inmejorable que vive el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, abona mucho más. Siendo Bedolla uno de los diez mandatarios estatales que mayor aprobación tienen a nivel nacional, eso es un motor de impulso para la causa lopezobradorista. De igual forma, eso traerá efectos muy positivos, especialmente en la campaña que estamos viviendo. Hablamos de los miles de puestos que, de manera paralela, se jugarán el próximo 2 de junio.

Uno de ellos, desde luego, la capital del estado de Michoacán. De acuerdo con las encuestas de opinión, Morena, por mucho, es el gran favorito para ganar Morelia. Fue muy acertada la designación de Carlos Torres Piña, exsecretario de gobierno. De entrada, juega a favor toda la experiencia acumulada que tuvo como dirigente y, de paso, como uno de los activos más sobresalientes en muchas regiones de la geografía. Además de ello, está claro, Torres Piña es un motor de impulso para la propia Claudia Sheinbaum. Eso lo distingue de muchos referentes, sobre todo por los comités de la defensa del voto, que ha ido constituyendo desde hace muchos meses. Por ello, no cabe la menor duda de la alternancia política que habrá en la Ciudad de la Cantera Rosa.

No cabe duda que estamos en presencia de dos proyectos políticos totalmente distintos. El de Morena, sabemos, constituye la continuidad del proyecto de transformación. Caso contrario, Xóchitl Gálvez, engañada por la oposición, representa los intereses de los grupos conservadores. Y digo engañada porque, evidentemente, se creyó el cuento de que era un fenómeno social que podía doblegar la imponente fuerza que genera el presidente López Obrador. Es muy evidente el desencanto que vive la derecha en nuestro país. Sin ir más lejos, Morelia fue testigo del fracaso que ha sido la campaña presidencial de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, que sigue manejando de la peor manera posible una estrategia que, en definitiva, no le ha servido de nada.

Claudia Sheinbaum, con todas las condiciones dadas, será la futura presidenta constitucional de México. Lo ha demostrado con su capacidad y lo ratificará el próximo fin de semana, donde de pies a cabeza, dominará el debate.