“El casado casa quiere.”

Dicho popular de trascendencia social

Para empezar, aunque ahora ya es muy entendible el término gentrificación, con base a toda la problemática que ha ocurrido al respecto en la Ciudad de México, debo reconocer que como vocablo lingüístico, yo jamás lo escuché durante mi formación universitaria hace más de 35 años.

Mi interés es demostrar con una sola anécdota personal que las protestas en contra de la gentrificación de la Ciudad de México fueron verdaderamente exageradas, y que existen otras medidas sociales y legales para resolver ésta nombrada problemática:

Mi padre era dueño de un edificio de varios departamentos en la colonia Roma de la CDMX, particularmente de la calle San Luis Potosí, el cual heredó de su propio padre, quien lo compró legalmente en su momento. Mi padre era el que cobraba las rentas a todos los departamentos y, de hecho, con muy buena relación de amistad con todos ellos.

Cuando lamentablemente mi padre dejó éste plano terrenal, en enero del 2015, yo me presenté en dicha propiedad para informarles a todos los inquilinos lo sucedido, y que a partir de ese momento iba yo a ser quien cobraría las rentas, a lo que me respondieron que no lo iban a hacer tal cual si no les presentaba a ellos toda la documentación, incluyendo testamentaria, para tal efecto.

Después de más de un año de arreglos, actuarías, fes notariales y litigios, se pudo actualizar dicha problemática inquilinaria y, aún así, varios vecinos se acobijaron en juntas vecinales y otras dependencias locales y gubernamentales, para seguir argumentando que no me iban a pagar a mí sus respectivas rentas que tienen obligación constitucional de hacerlo.

No alargo más la presente historia, ya que lo que me interesa analizar es que todos esos recursos que impusieron los inquilinos de mi padre para evitar pagarme sus rentas a mí, los podrían utilizar de alguna manera los ciudadanos de la Ciudad de México para evitar ahora la gentrificación de las viviendas que rentan, en caso de que se lo propongan los dueños de las mismas, sin necesidad de manifestarse como lo hicieron.