EL AJEDREZ HUMANO

La penalización de diez puestos en parrilla de Charles Leclerc por penalizar, el malestar estomacal que sufre Max Verstappen aunado al dominio de su coche le dan amplias posibilidades a Sergio Pérez para pensar en ganar este fin de semana en un circuito donde en 2021, el tapatío mostró un gran ritmo desde la calificación. Ni qué decir del año pasado donde obtuvo la ‘pole position’, pero una bandera amarilla le perjudicó en la estrategia, sin embargo, el enemigo en esta ocasión, viene vestido de rojo, es español y podría significar la gran amenaza en pista.

Bharein quedó atrás, Jeddha será diferente. El trazado traerá otras implicaciones. Las increíbles fallas en las dos centralitas que permite el reglamento ha obligado al equipo italiano a poner un tercer elemento que rezaga a Leclerc diez posiciones atrás de como termine calificado el sábado. De ahí que Ferrari centre sus posibilidades de triunfo en Carlos Sainz. Olvidemos lo que pasó en el arranque de la temporada, el asfalto de Arabia Saudita es menos abrasivo que en Shakir, el talón de Aquiles del “cavallino rampante” podría no ser tanto; el SF23 le va mucho mejor estos trazados, enramados, serpientes de concreto en las que el coche rojo, por su configuración, es más rápido, ese es el principal enemigo de los Red Bull, en el entendido que todo puede pasar, una bandera amarilla que modifiqué la táctica, una bandera roja que reinicie todo, pero de entrada, el escenario marca esto.

De Max sabemos su gran capacidad competitiva, una bestia tras el volante que no se intimida, su merma física por el problema estomacal puede ser un factor sobre todo por la exigencia del clima, del circuito con la capacidad de concentración extrema que se requiere para no pegarse en los muros que pasan a centímetros de los neumáticos. Dicho por los especialistas médicos, la capacidad de reacción debido a la deshidratación disminuye los reflejos, no por eso podemos descartarlo, pero de que puede ser una ventaja competitiva, lo es.

Aston Martin, revelación de arranque, tendrá su primer gran reto, cambiar el set up a esta pista no es fácil. Su tiro directo es con Mercedes, su motorista; no digo que se quedarán atrás, pero tampoco creo que tendrán el mismo ritmo mostrado en Bharein.

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Es ahí donde Checo tiene que entrar al quite, en un circuito donde se siente bien, semi urbano o semi callejero, su especialidad, donde le gusta ir al límite y en donde se sacó de la manga aquel vueltón en la calificación del 2022. Aquí la Qualy es vital, a pesar de que hay tres zonas de DRS una de ellas reducida para evitar rebases programados y darle una mayor exigencia a los que pelean por posición, el largar lo más arriba posible es vital, después, el ritmo de carrera, extender lo más posible la primera parada para cambiar llantas, da la ventaja de planear mejor el cierre, dependiendo como se vaya planteando la carrera.

¿Podemos ilusionarnos? Claro, hay motivos de sobra para esto, Checo puede ganar en Jeddha, pero para eso está prohibido equivocarse, desde que se apaguen los semáforos, la inteligencia para llegar a la primera y compleja curva marcará un destino que puede llevarle a ver la bandera a cuadros.

Luis Enrique Alfonzo en Twitter: @LEAdeportes