Mucha polémica se ha desatado en torno a la consulta popular programada para este próximo domingo 1 de agosto, en donde en teoría, se le estaría pidiendo a la ciudadanía que determine si quiere o no que los ex presidentes de nuestro país, sean llevados a la justicia.

La oposición ha sido muy clara en expresar su molestia contra el derroche de presupuesto de esta herramienta de gobierno prevista en la ley, pero la cuál nos costará en plena crisis económica la módica cantidad de 500 millones de pesos, sin contar los gastos de promoción y difusión que ha tenido que erogar Morena y los aliados al presidente.

Pero no solo es el gasto lo que esta en el debate público, sino el sentido de una pregunta que en realidad no se debería de consultar; y es que de haber elementos para imputar a cualquier ex presidente o funcionario de gobiernos anteriores, se debería de proceder sin importar del resultado del domingo. Por eso es que se ha rechazado este ejercicio bajo el argumento de que la ley no se consulta, se aplica.

¿40% de participación?

Parece inverosímil que aún teniendo pruebas o elementos de culpabilidad contra cualquier político, la FGR no procedería si no se logra este próximo domingo el 40% de participación que marca la ley para que dicha consulta sea vinculatoria. Los mal pensados dirán que en realidad no tienen avances sólidos contra nadie, y que justificarán su falta de resultados y acciones con la baja participación que pudieran llegar a tener el fin de semana. Y es que a casi 3 años de gobierno ha habido muchos dimes y diretes, muchas acusaciones y señalamientos, pero hasta la fecha, no ha habido ningún pez gordo de los gobiernos anteriores que haya caído, salvo el caso de Rosario Robles y quizá Juan Collado.

La situación económica que vivimos y la crisis de salud que se atraviesa, deberían de ser motivo suficiente para reajustar las prioridades del actual gobierno y posponer este innecesario gasto para otra ocasión, sin que eso signifique que deba haber impunidad, o que el ejercicio democrático de las consultas no se pueda implementar en otras ocasiones cuando haya mejor viento, y cuando quizá existan proyectos o decisiones importantes que puedan afectar el futuro del país.

Por eso, de haber consultas, ¿por qué el gobierno federal no las hace sobre otros temas? por ejemplo:

- Si estamos o no de acuerdo en que se destinen apoyos como combustibles, medicamentos, dinero, entre otros, al régimen cubano.

- Si deben o no regresar los niños a clases, llueva, truene o relampagueé, a pesar de la tercera ola de contagios del covid-19, que además está afectando a más niños que en ocasiones anteriores.

- Si consideramos que es correcto que se sigan aplicando recursos a las megaobras del gobierno federal en lugar de reactivar la economía mediante incentivos que fomenten la inversión privada.

- Si seguimos o no con la estrategia de abrazos no balazos ante el grave incremento en los índices de inseguridad del país.

- Si queremos o no que haya una comisión investigadora independiente del gobierno de la Ciudad de México que haga los peritajes para deslindar responsabilidades del accidente de la línea 12.

- Si estamos de acuerdo en que se regalen vacunas a Centroamérica cuando no llevamos ni el 30% de la población vacunada con esquema completo.

- Si los superdelegados debieran ser inelegibles para contender a cargos de elección popular para cumplir con la promesa del presidente de que esos puestos no serán para la promoción de candidatos.

En fin, estas son solo algunas ideas en las que estoy seguro habría una mayor participación y consenso para realizar una consulta popular, y no la burla de ejercicio que tendremos, para alimentar un circo político que nos está llevando más al fondo que el mismísimo despeñadero.