Marcelo Bielsa, de apodo “el Loco”, es un director técnico argentino que se puede considerar no solo distinto, sino único, debido a su capacidad sin par en cuestiones directamente relacionadas a una cancha de futbol, también en sus conceptos filosóficos, y en sus habilidades para transmitirlos, no sólo a jugadores sino a todo el medio futbolístico: directivos, afición, personal administrativo y aún al público en general, a la gente común, sin que necesariamente sean seguidores de este deporte. Con sus recursos retóricos y dialécticos, puede llegar a cambiar la mentalidad de muchos y siempre dejar huella indeleble a su paso.
En México ya trabajó, llegó en 1992 al Atlas de Guadalajara, donde su labor en fuerzas básicas revolucionó no sólo al Club actual campeón del futbol mexicano, movilizando visorias a los jóvenes, convocando a más de 11 mil a probarse en sus habilidades con el balón. De ese tiránico trabajo surgió en buena medida la generación dorada del Atlas que llegó a la final, ya con Ricardo La Volpe al frente, del futbol mexicano. Nombres cómo Juan Pablo Rodriguez, Rafa Márquez, Carmona, Miguel Zepeda, Erubey Cabuto, Jared Borguetti y otros más salieron de ahí. Futbolistas que trascendieron también en Selección Nacional, llegando a ser algunos históricos; el caso más representativo, Rafa Márquez, el mexicano con más títulos de renombre en la historia del futbol mexicano (lo ganó absolutamente todo a nivel Clubes).
Su último equipo fue el Leeds United de la Premier inglesa, donde logró ascender al club a primera división, luego de varios años ahí atorado. Ejemplos de su filosofía futbolística y de vida sobran. En el citado Leeds, lo primero que hizo al llegar fue investigar el sueldo promedio de la comunidad, y hacer un cálculo de cuántas horas el aficionado promedio gastaba en ir al estadio y seguir a su equipo. Una vez hecho esto, hizo ejercicios prácticos con los futbolistas para que estos aquilataran de forma directa lo que representaba el esfuerzo de las personas que los apoyaban y las horas de trabajo y sacrificios que hacían para poder ir al estadio y/o apoyarlos de otras maneras. Otra, una foto que siempre lleva consigo, de unos jóvenes en África jugando al billar en una mesa improvisada, hecha de barro, con bastones de bejuco y bolas de una argamasa de entre tierra y pasto, con la finalidad de responder on un argumento de peso cuándo alguien le saca la perorata de “no hay los recursos para llevar a cabo lo que usted propone”. Siempre hay una forma de lograr objetivos cuando existe ilusión y su hija, la inquebrantable voluntad.

Ahora, que se ha manejado la posibilidad de que regrese a México (dirigió también al primer equipo de Atlas y fugazmente al América hasta 1996) algunos analistas y “expertos” en futbol lo cuestionan agriamente, por no haber ganado títulos en algunos años, lo cual es cierto, pero cómo si en el deporte y en la vida la Diosa fortuna no jugara, simplemente ver el ejemplo del Cruz Azul, que muchas veces hasta de forma aparentemente paranormal, perdió finales y partidos de importancia debido a circunstancias, o el mismo Atlas, que a pesar de ser siempre protagonista y con una afición ejemplar, no ganó un título en más de 70 años.
Bielsa es como el Pepe Mujica del futbol mundial, sus mensajes que transmiten valores a los jóvenes y niños en especial. Es en México más necesario que nunca, debido a la profundísima crisis ética y moral en la que llevamos casi 20 años sumidos, y que no hace más que ahondarse, así tengamos a un presidente que ha dado su vida misma para que nuestra realidad cambie. En fin, nunca hay que subestimar al deporte cómo vehículo para llevar a la gente un mensaje que represente los valores humanos más preciados, y una figura de autoridad ética, deportiva y moral de talla mundial co todo y su ejemplar trabajo y lo que pudiéramos llamar incluso su “pontificado”, sería cómo una bocanada de aire fresco a la vida púbica en México, sin exagerar; a continuación, un puñado de declaraciones que ha hecho el señor Marcelo Bielsa a la prensa, respecto a su concepto del trabajo y del éxito...
Ginés Sánchez en Twitter: @ginesacapulco