IRREVERENTE

Les platico: Jaime Rodríguez, “El Bronco” tuvo la osadía de heredarle la presidencia municipal de García, NL, a su lugarteniente, Jesús Hernández Martínez, mejor conocido en el bajo mundo como “el señor de las hieleras”, por una anécdota.

El Bronco” hizo de García su feudo, al llegar en el 2009 -por el bando del PRI- a la alcaldía de ese municipio ubicado al poniente de Santa Catarina de Tesla y de Monterrey.

Al ganar la gubernatura de NL ya como independiente, lo primero que hizo fue jalar a Hernández Martínez a su equipo, pues era quien le manejaba la caja chica en que convirtió a la tesorería de García.

Por eso Hernández Martínez no buscó reelegirse como alcalde; le era más útil a su jefe manejando sus hieleras cargadas de dinero en efectivo.

El chofer del “Bronco” -desde entonces- era Carlos Guevara, quien llegó a la alcaldía de García en el 2018.

En eso se parece a Nicolas Maduro, quien de chofer de Hugo Chávez pasó a presidente de Venezuela.

No tenía título profesional, ni lo necesitaba, pues no es requisito para ocupar un cargo de ese nivel.

Pero el ego lo traicionó, y presumía en todos lados que era abogado, a pesar de haber dejado trunca esa carrera, a la que se inscribió en 1994.

Tratando de taparle el ojo al macho se volvió a inscribir en el 2018 la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL.

Y fue así como 28 años después, en el 2022, él dice que terminó su servicio social y estaba listo para titularse, cuando le cayó el chahuistle encima.

Difícil de creer que siendo alcalde por partida doble -fue reelecto en el 2021- tuviera tiempo para realizar su servicio social.

Dice que la conclusión de su carrera y el servicio social los hizo en línea.

”Ah chingá”, diría mi abuela cuando fue la primera alcaldesa de México, sin título profesional alguno, porque era tan chingona que no ocupaba de esos artilugios a los que recurren los acomplejados que padecen síndrome de inferioridad.

BAJO LA LUPA DEL CONGRESO DE NL

Guevara está bajo la lupa del Congreso de NL.

Eduardo Gaona Domínguez, coordinador de la fracción del MC en el Congreso de NL considera que los legisladores locales están esperando que el edil de García presente las pruebas de que se tituló de licenciado en Derecho.

“Si no lo hace, exigiremos que se le sancione”, apuntó.

Guevara no ha querido dar la cara ante la acusación de usurpación de profesiones que pesa en su contra.

No atendió llamadas ni mensajes y el personal de prensa del municipio de García respondió que al alcalde no le interesa tocas ese tema.

Gilberto Marcos y otros activistas ciudadanos se preguntan los nombres de los “compañeros” del alcalde en su aventura “en linea”.

También quieren saber quienes fueron sus compañeros de aulas virtuales.

De igual manera, hay harta curiosidad por saber el nombre de los funcionarios académicos universitarios que certificaron la calidad del servicio social que realizó el alcalde.Y -por supuesto- qué negocios o empresas fueron favorecidos por su labor social como “abogado”.

RECORDEMOS:

El ex Rector Rogelio Garza, “El Ranchero”, es oriundo de Galeana, NL, igual que “El Bronco”.

Y Santos Guzmán López, el actual Rector, era Secretario General de la UANL cuando ocurrieron los trafiques del alcalde Carlos Guevara.

El Artículo 255 del Código Penal de NL tipifica el delito de usurpación de profesiones y aplica multas de hasta 12 años de prisión para los infractores.

El problema se vuelve mayúsculo porque Guevara ha firmado cientos de documentos oficiales relacionados con permisos de todo tipo en su municipio.

El abogado Martín Martínez considera que como consecuencia de tal usurpación de profesiones, legalmente no tienen efecto los permisos firmados por Guevara.

Pero las dificultades para el alcalde y su ayuntamiento serán muchísimo mayores si la UANL invalida sus estudios y prácticas profesionales, toda vez que los documentos presentados por Guevara están siendo cuestionados por numerosos colectivos ciudadanos, entre los cuales se encuentran abogados especializados.

Carlos Guevara/Foto: Plácido Garza

CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ

“Carlos Guevara quiso aparentar que es profesionista cuando a lo mejor no tiene título ni hizo su servicio social. Pero resulta que aunque el piojo quiera despiojadero, piojo se queda”, remata la irreverente de mi Gaby.