El fin de semana pasado el periodista Carlos Loret de Mola entrevistó a Carlos Urzúa, quien fue secretario de Hacienda de diciembre de 2018 a julio de 2019. Como es bien conocido, Urzúa renunció al cargo después de haber tenido “algunas diferencias” con el presidente AMLO durante su gestión. De igual manera, el lector recordará que el funcionario expresó en su carta de renuncia su desacuerdo con las gestiones del gobierno y repudió el hecho de que la presente administración no creyese en la evidencia como base para el diseño de políticas públicas. Con la renuncia de Urzúa, AMLO perdió, sin lugar a dudas, a uno de los más talentosos funcionarios de su administración.

Durante el curso de la conversación, Carlos Urzúa no vaciló en recordar sucintamente los grandes errores de la administración. Criticó severamente la decisión de AMLO de haber ordenado la suspensión del aeropuerto de Texcoco, error que calificó como la más grande equivocación del sexenio.

También expuso sus desavenencias con Manuel Bartlett y con los funcionarios de la CFE. A pregunta expresa de Loret (quien buscaba a todas luces obtener declaraciones polémicas del ex funcionario) el ex secretario expresó su asombro ante la decisión de AMLO de haber escogido al poblano para encabezar la política energética. El entrevistador prosiguió asegurando que no alcanzaba a comprender cómo era posible que el presidente, quien basada su supuesta autoridad moral en su honestidad y en el combate contra la corrupción, hubiese posicionado a personajes como Bartlett como uno de los más funcionarios más poderosos de su gobierno.

Hacia el final de la entrevista, Urzúa expresó que el gobierno de AMLO será el mas decepcionante de la historia reciente de México desde 1934, y que el país quedará en un peor estado en términos de educación, seguridad y combate contra la pobreza.

La entrevista fue significativa por una razón. Carlos Urzúa no es un opositor político ni un miembro de la “derecha conservadora”. Por el contrario, es un hombre en quien AMLO depositó su confianza en dos ocasiones. Primero, como responsable de las finanzas del Distrito Federal durante su administración, y luego, en 2018, como miembro destacado del gobierno de transición y como Secretario de Hacienda.

Por tanto, las críticas de Urzúa no vienen de la “derecha rabiosa” sino de un personaje que conoce bien a AMLO y quien tuvo un papel destacado durante el primer año de la administración. En suma, el ex secretario ha puesto nuevamente a AMLO al descubierto. Describió al gobierno como “poco brillante”, con múltiples errores, y al propio presidente como un hombre interesado en el poder y quien mira su trabajo únicamente a través de la óptica electoral.