Movimiento Ciudadano se encuentra hoy en el centro del debate mediático, y no lo merece. Desde su fundación como el partido Convergencia, MC, al igual que otros partidos parias como el Partido del Trabajo y el corrupto Verde, ha jugado en favor de sus mejores intereses.

Bien vale recordar que formó parte de la coalición que postuló a AMLO en 2012, a la sazón como partido segundón detrás del PRD, y luego apoyó a Ricardo Anaya en 2018 como parte de la alianza electoral liderada por el PAN.

En tiempos recientes, bajo el eslogan de “lo nuevo” buscan engatusar a los millones de jóvenes mexicanos que no están dispuestos a ofrecer a Morena seis años más, pero que a la vez, se han comprado el argumento de que todos y cada uno de los militantes del PRI y del PAN son hombres y mujeres corruptos.

Jorge Álvarez Máynez, el otrora desconocido legislador, quiere “jugarle” a ser una nueva opción política, apostándole al olvido el hecho de que está en ese sitio tras el bochornoso suceso protagonizado por Samuel García. Sí, vale recordar que el desangelado Máynez, gris como el cemento, llegó a la postulación tras la retirada del gobernador de Nuevo León.

Ahora, quizás derivado de un pacto suscrito entre AMLO y Dante Delgado (insisto, no debe presentarse esta especulación como cierta) Máynez es el candidato incómodo. Es incómodo para las punteras, para el sistema de partidos y para la democracia mexicana.

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Salomón Chertorivisky, por su parte, cuyas credenciales no deben ser puestas en tela de juicio, no es un político natural, sino un burócrata de escritorio.

El ex secretario de Salud de Felipe Calderón y ex secretario de Desarrollo Económico del gobierno de Miguel Ángel Mancera ha decidido jugar a envolver a los votantes con un decálogo de propuestas bastante irrealizables, con el propósito de ofrecer –dice él– opciones nuevas para los chilangos. ¿No se trata en realidad de una estrategia para dividir el voto anti oficialista?

No, a mí no me convence un partido acomodaticio que no representa nada ni a nadie, que ha jugado al mejor postor y que busca presentar a candidatos “jóvenes” bajo el eslogan publicitario de una canción pegajosa, unos tenis color anaranjado chillante y unos spots televisivos bien realizados.

Hay que reconocer, empero, el talento de los miembros de MC en su selección de músicos y arreglistas para sus interpretaciones; desde la cálida voz de Mariana Rodríguez en Monterrey hasta los movimientos arrítmicos de Máynez. ¡Enhorabuena!

Sin embargo, como he señalado, a mi en lo personal no me convence MC. Ni Maynez ni las siglas ni las canciones ni los tenis color anaranjado chillante.  El lector tendrá su propia opinión.