Estamos en la recta final del proceso de campaña. Será el próximo miércoles 29 —en unos días más— cuando el principal epicentro de la lucha democrática del país retumbe ante la multitud que se concentrará en el Zócalo para cerrar filas con la próxima presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum. Además de que se profundizarán las políticas públicas del país, habrá un gobierno responsable que, evidentemente, continuará con el legado que deje López Obrador tras el término de su sexenio. Hasta ahora, sabemos, el mandatario ha gobernado más de cinco años y, en cada uno de ellos, los altos índices de aprobación fueron la prueba más contundente del éxito que ha sido su gestión al frente del territorio nacional.
Eso, además de trascendental, sentará un precedente en la historia política de todo México. De acuerdo con la encuesta de MetricsMx, para la elección presidencial, Claudia Sheinbaum lleva una distancia monumental. Eso nos permite entender parte de lo que pasará el próximo dos de junio en las urnas. Así lo asume la propia candidata de la coalición Seguimos Haciendo Historia. De igual forma, los cierres de campaña relatan la muchedumbre que se da cita. En palabras más simples, así como comenzó el recorrido territorial, así cerrará en medio de una multitud que está plenamente decidida.
A partir de hoy, de hecho, faltan ocho días para la cita electoral. Como respuesta a ello, se sabe, la oposición está quemando sus últimos cartuchos en la guerra sucia. Apenas ayer, se pudo observar, el PRIAN se lanzó con todo en las redes sociales sin importarles lucrar con la tragedia. Inclusive, ha trazado una estrategia de difamaciones e infamias que, por mucho, ha superado la hostilidad que puso en marcha en su momento Anaya en 2018. El problema de ello es que, para los objetivos de la derecha, nada ha servido. Si recapitulamos tardaríamos una eternidad en poder enumerarlas. Nada, absolutamente nada, los hizo competitivos durante esta larga jornada de actividades proselitistas. Hablamos desde encuestas alteradas, las que manejó el cuarto de guerra de Xóchitl Gálvez, hasta mentiras y engaños.
El rol que jugó la Marea Rosa, por ejemplo, no ha impactado en las encuestas de opinión que han circulado. Ahora bien, el pronunciamiento que hicieron los 250 “intelectuales” no significa nada. Lo único que ocurrió, queda claro, es que Xóchitl Gálvez ganó 250 votos, solo eso, pues los comunicadores y columnistas que firmaron el desplegado, en términos políticos, tampoco representan nada. Es decir, no son activos que jalen el voto ciudadano al no identificarse como liderazgos de peso. Eso, por tanto, sirvió únicamente para la nota o lo mediático. Su propósito, en pocas palabras, fue llamar la atención ante el grado de frustración que vive la derecha. Inclusive, no son voces que influyen en la población civil.
Siendo francos, ni la marcha de la marea rosa, ni mucho menos la firma de los “intelectuales”, son componentes que le sumen a Xóchitl Gálvez. Caso contrario, todo lo que envuelve la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, de principio a fin, ha sido un total éxito. De entrada, sumó a un equipo potencialmente experimentado en este tipo de ejercicios. Considerando esa madurez de cada uno de ellos, Sheinbaum se ha consolidado a lo largo y ancho del país. Desde luego, la construcción de una estructura cuenta, salvo quienes opinen lo contrario. Si es un acompañamiento eficaz y significativo, valió la pena apostar por los mejores. Ellos, además de ser estrategas, son pieza claves en la organización y planeación.
Ese tema no lo tomó en cuenta la candidata presidencial, Xóchitl Gálvez. De hecho, su principal estructura o columna vertebral, queda claro, son los operadores del PRIAN que, a través de componendas, seguramente negociaron las posiciones con la abanderada de la derecha. Eso, para nada, ayudó en el posicionamiento. Todos, sin excepción alguna, fracasarán al lado de la candidata del Frente Amplio por México. Y caerán en detrimento por una sencilla razón: de nueva cuenta le apostaron a la guerra sucia en lugar de proponer.
Claudia Sheinbaum, en ese sentido, aprovechó al máximo sus capacidades y atributos. Hizo las mejores propuestas y, de paso, convenció de seguir respaldando el proyecto de la 4T. Ella, con esas condiciones a su favor, ganará el ejercicio electoral del próximo dos de junio. De hecho, está a días de hacer historia como la primera mujer que llegará a Palacio Nacional como jefa de Estado. La mesa está puesta y, desde luego, hay un ejército ciudadano que cuidará el voto en cada sección electoral a lo largo y ancho del país.
Notas finales
Lo que se vive en México, justamente en este momento, se puede percibir en uno de los estados que, políticamente hablando, ha sido de los más combativos en la lucha democrática del país. Hablo de Michoacán donde todo está listo para el gran cierre de actividades de campaña en los distritos federales y municipios que, por su importancia en el padrón electoral, juegan un papel preponderante. Se calcula, con datos muy sólidos, que Morena ganará el mayor número de posiciones para integrar la próxima legislatura en San Lázaro. Del mismo modo, la coalición Seguimos Haciendo Historia se alzará con la victoria en Morelia, con su abanderado, Carlos Torres Piña. Otro que lleva la delantera en uno de los puntos más trascendentales de todo el país, es Julio Arreola. Hablo de Pátzcuaro. Hace poco, en efecto, fue considerado uno de los diez lugares más acogedores, de acuerdo con la revista internacional Forbes. Ese mérito, por supuesto, hay que dárselo a Julio Arreola, que supo llevar al territorio a otras latitudes mundiales. Él, por esa sencilla razón, será nuevamente alcalde.
Y, por si eso fuese poco, Claudia Sheinbaum, candidata presidencial, recibirá un apoyo masivo de los 113 municipios que constituyen la geografía de Michoacán. Ella, en su gran mayoría, obtendrá una votación que, desde este momento, se estima que sea muy superior a la del 2018. Hablamos de más del 50% de la votación a favor del lopezobradorismo.