Al 14 de septiembre el saldo de las reservas internacionales fue de 161 mil 101 millones de dólares, lo que significó una reducción semanal de 201 millones de dólares, y la segunda de forma consecutiva.
El Banco de México (Banxico) informó que las reservas internacionales del país presentan un crecimiento acumulado de 18 mil 625 millones de dólares respecto al cierre de 2011, cuando se ubicaron en 142 mil 475 millones de dólares.
En el Boletín Semanal sobre su Estado de Cuenta, explicó que la baja que registraron las reservas internacionales en la semana del 10 al 14 de septiembre fue resultado de la compra de dólares del gobierno federal al Banxico por 505 millones de dólares.
Asimismo, por un incremento de 304 millones de dólares resultado principalmente del cambio en la valuación de los activos internacionales del instituto central.
Por su parte, la base monetaria (billetes y monedas y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banxico) aumentó cinco mil 397 millones de pesos, alcanzando un saldo de 736 mil 134 millones de pesos, cifra que implicó una variación anual de 14.2 por ciento.



Indicó que la cifra alcanzada por la base monetaria al 14 de septiembre significó una disminución de 27 mil 358 millones de pesos en el transcurso de 2012.
Se estima que este comportamiento es congruente con el ciclo y la estacionalidad de la demanda por base monetaria, considerando el efecto temporal asociado a la celebración de las elecciones federales en el país, cuyo impacto en las tasas de crecimiento anual se irá diluyendo a lo largo del tiempo, precisó.
En tanto, en el periodo del 10 al 14 de septiembre de 2012, el Banco de México realizó operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias para compensar una expansión neta de la liquidez por 18 mil 888 millones de pesos.
Refirió que ésta fue resultado de una expansión debido al retiro de recursos de la cuenta de la Tesorería de la Federación y otras operaciones por 24 mil 285 millones de pesos, y una contracción por cinco mil 397 millones de pesos, debido a una mayor demanda por billetes y monedas por parte del público.