México.-En México existen más de 50 millones de personas que sobreviven con menos de cuatro dolares diarios (alrededor de 76 pesos), y a pesar de que nuestro país se ubica en el decimocuarto lugar de la economía mundial, la desigualdad y discriminación continúan siendo factores que inhiben el desarrollo de los mexicanos.
Con el objetivo de profundizar en dicha problemática y promover la discusión de las alternativas para contrarrestar la desigualdad, El Colegio de México (Colmex) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) realizaron un Curso Masivo en Línea (MOOC) abierto a 8000 inscritos distribuidos en diferentes partes de América.
Durante la presentación de resultados del curso que tuvo una extensión de cinco sesiones, analistas y académicos estuvieron de acuerdo en la necesidad de introducir el concepto al ámbito público para revertir el fenómeno, que no solo evidencia la falta de distribución justa del ingreso, si no también el desequilibrio de poder que lo provoca.
Ricardo Fuentes de la OXFAM México, explicó que el poder económico en coordinado con el poder económico ha provocado la existencia de otras desigualdades categóricas dirigidas a la mujeres, a los indígenas y a otros grupos históricamente discriminados; por lo llamo la atención sobre la relevancia del compartimiento de las instituciones políticas en el tema. Con dicha perspectiva coincidió Gonzalo Hernández Licona, del Consejo Nacional de Evaluación de la PolÍtica de Desarrollo Social (CONEVAL) al afirmar que "el poder es parte del proceso de desigualdad".
Al respecto, Regina Tamez, directora de la organización Grupos de Información en Reproducción Elegida (GIRE) argumentó que considerar la desigualdad dentro del enfoque de políticas públicas posibilita trabajar en favor de que las "personas logren tener acceso a sus derechos", lo cuál incluye a las mujeres, quienes a pesar de representar el 51 por ciento de la población, las instituciones se afocan en tratarlas como un sector que requiere tratamiento diferenciado.
El curso en línea fue dirigido por Gerardo Esquivel, próximo subsecretario de egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público , quien asevero que es necesario realizar acciones que permitan establecer condiciones de trabajo iguales que eviten que la desigualdad se propague a las estructuras sociales.
Sobre su colaboración con el nuevo gobierno, se limitó a decir que estaba de acuerdo con el plan de desarrollo pensado para la región sur-sureste, el cuál implica mayor inversión pública y privada, e insistió en la urgencia de cambiar la dinámica de crecimiento que, entre otras cosas, es una de las causa de la informalidad.