Nueva York.- El despacho Dewey & LeBoeuf, con orígenes en 1909 y que llegó a tener a más de mil 300 abogados a su cargo en 26 oficinas en el mundo, se declaró en bancarrota, lo que constituye una de las mayores quiebras de una firma legal en Estados Unidos.
De acuerdo con documentos presentados el lunes por la noche ante una corte de esta ciudad, la empresa debe aproximadamente 315 millones de dólares a más de cinco mil acreedores, y expresó que "no anticipaba seguir en el negocio sino realizar una reducción de asuntos, seguida de una liquidación".
El proceso será completado en los próximos meses, explicó la empresa, que operará mientras tanto de acuerdo con las fechas y los presupuestos fijados por la corte.
El despacho cuenta con activos de casi 13 millones de dólares, así como 225 millones de dólares en efectivo y en cuentas por cobrar.
En los últimos seis meses, una tercera parte de los socios de Dewey & LeBoeuf había dejado la firma, casi 320, y la Oficina del procurador de Manhattan había iniciado una investigación criminal sobre sus actividades.
Durante las semanas recientes, la firma ha cerrado la mayoría de sus oficinas, vendido sus unidades en el extranjero y despedido a cientos de empleados y abogados asociados, de acuerdo con The Wall Street Journal.
"En sus oficinas centrales de Nueva York, un equipo esquelético trabaja con sus acreedores y con consultores en bancarrotas para tratar de cobrar las más grandes cuentas", según el diario.