México.- La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) presentó los perfiles genéticos de familiares con víctimas de desaparecidos que permitirán reconocer los restos de 117 cadáveres y nueve bolsas con 12 restos, exhumados de la fosa irregular ubicada en el municipio de Tetelcingo, en el estado de Morelos.
Al ofrecer un informe sobre las condiciones de los cuerpos localizados en el entierro irregular localizado en el predio "El Maguey", el director del Programa de Atención a Víctimas de la UAEM, señaló que 93 por ciento de estos restos no han sido identificados y solo siete tienen una identidad.
Roberto Villanueva añadió que 17 cuerpos fueron localizados incompletos, pues carecían de cráneo o alguna extremidad, o bien se encontraron fragmentos y con un alto grado de descomposición.
Dos de los cuerpos contaban con múltiples fracturas y 40 de ellos habrían sido víctimas de hechos violentos; mientras que 84 de ellos tuvieron muertes violentas.
En la lista existen cuatro cuerpos que perdieron la vida por “tiro de gracia”; además en los restos fue localizado un preso que perdió la vida en el penal de Atlachocoaya, Morelos, a quien no le fue practicada una necropsia de ley.
De acuerdo con datos del informe “Fosas clandestinas de Tetelcingo. Interpretaciones preliminares”, la UAEM concluyó que 37 por ciento de los cadáveres corresponden a individuos de sexo masculino, un 7 por ciento al sexo femenino y 56 por ciento de ellos no fue determinado. De estos dos cuerpos correspondían a menores de edad, una bebe y una niña.
El estudio detalla que de fueron practicadas 105 necropsias de ley a los 117 cadáveres localizados; a cinco de ellos no se realizaron estos trabajos y seis permanecen con carácter de indeterminado.
Del mismo modo, el texto detalla que existió descuido técnico en los materiales especiales para la rotulación de la información sobre las carpetas de investigación abiertas tras la inhumación de los cuerpos.
El documento advierte de estos errores, pues el 96 por ciento contaba con una etiqueta al interior de una botella, para identificar estos documentos, pero en 50 por ciento de estas no era legible, además se perdió 23 por ciento de los rótulos de las etiquetas contenidas dentro de las botellas plásticas.
De tal forma que de los 117 cadáveres, 68 contaban con un recipiente, 19 tenían dos y 30 no tenían ninguna.
Los trabajos presentados en el documento advierten además que existió descuido e inadecuada práctica en el proceso de inhumación pues de la totalidad de cuerpos, 64 por ciento fue depositado en posición horizontal, ocho por ciento en diagonal y 26 posición en vertical.
Por ahora resta una reunión de consejo técnico entre la misma Universidad de Morelos, la Policía Federal y la Procuraduría General de la República (PGR) para contrastar los resultados obtenidos de los peritajes correspondientes a 135 personas con el fin de ingresar esta información a las bases de datos del Registro de Personas Desaparecidas.
Denuncian nueva fosa en Jojutla
Javier Sicilia, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, detalló que la fosa de Tetelcingo no es la única en Morelos, por ello demandó un trabajo en conjunto entre la PGR, la Fiscalía de Morelos y la misma UAEM para exhumar los cuerpos en una nueva fosa ubicada ubicada en el municipio de Jojutla.
En entrevista con SDPnoticias, Sicilia detalló que el gobernador Graco Ramírez se ha opuesto a la apertura de esta nueva fosa y por ello ha intentado crear una “cortina de humo” por medio de un falso debate con el obispo de Morelos, Ramón Castro, por la oposición al matrimonio igualitario o acusaciones contra el Rector de la UAEM por desvío de recursos.
“Él está enojado, quiere evitar que se abra Jojutla. Quiere evitar que se pongan en evidencia los crímenes de Tetelcingo y por eso se inventa un pleito que él creo con el Obispo y con la Universidad”, sentenció el poeta y activista.
Universidades deben atender temas sociales
Roberto Villanueva, activista y director del programa de atención a Víctimas de la UAEM, reconoció que las universidades en el país deben de atender las problemáticas sociales como la violencia, la pobreza y la desigualdad.
“Si las universidades no están atendiendo esto más nos valiera mantener cerradas esas instituciones”.