México.- Un estudio científico identifica como principal causa de muerte en México por coronavirus (Covid-19) la situación que se vive en los hospitales, en específico: la saturación hospitalaria y la falta de camas con ventilador para los pacientes con cuadros graves de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2.

Según el estudio publicado por Plos One que realizaron en conjunto investigadores mexicanos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, el 45 por ciento de los pacientes con Covid-19 que murieron en México, deberían haber ingresado a la unidad de cuidados intensivos, pero no lo hicieron por falta de camas con ventilación mecánica.

De hecho, la tasa de mortalidad en México se adjudica principalmente a la disponibilidad de camas con ventilación mecánica en unidades de cuidados intensivos, lo que sugiere que el hacinamiento fue uno de los principales factores que contribuyeron a la mortalidad hospitalaria.

México tiene baja disponibilidad de camas con ventilador

El estudio también señala que la disponibilidad de camas con ventilación mecánica en México por cada 100 mil habitantes era de 1.5, lo que representa la mitad de las estimadas para China, un 10 por ciento de las de Italia y entre 0.04 y 0.05 por ciento para la capacidad de Alemania y Estados Unidos, respectivamente.

Los investigadores creen que la poca disponibilidad de camas en cuidados intensivos se tradujo en una demora en la admisión de pacientes y por ende en un incremento en la tasa de mortalidad. El estudio se implementó del 26 de febrero de 2020 al 1 de agosto de 2020, por lo que se descartó el repunte de las festividades decembrinas.

Como parte del estudio de saturación hospitalaria se consideraron factores de riesgo en la mortalidad: género, comorbilidades y saturación de oxígeno. Los hallazgos determinaron que el riesgo era más alto en hombres que en mujeres, así como en pacientes con obesidad y diabetes, así como aquellos con saturación de oxígeno por debajo del 80 por ciento.

La investigación concluye sobre la necesidad de atender con urgencia el problema de saturación hospitalaria del sistema de salud público, así como la reducción de la carga a las unidades de cuidados intensivos durante la pandemia de Covid-19.