México.- El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aclaró durante la conferencia vespertina sobre la situación del coronavirus en México, que no es enemigo del uso del cubrebocas, pero que considera que sólo debe ser considerado como medida auxiliar una vez que termine la Jornada Nacional de Sana Distancia.

El funcionario fue cuestionado sobre su primera aparición en público usando un cubrebocas al asistir a la Sala del Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que explicó, afirmando que se lo ofrecieron a la entrada del recinto.

“En algún momento se interpretó que yo era el enemigo del cubrebocas o que estaba yo indicando que estaba prohibido usarlo. Ha sido claro que no es el caso”

Hugo López-Gatell. Secretaría de Salud

El subsecretario de Salud reiteró que el objeto posee característica de porosidad que le otorgan una capacidad de filtrado mediante la que se evita la proyección de las secreciones respiratorias propias en un espacio estéril cuando es empleado por los equipos quirúrgicos.

Niega López-Gatell que se pueda morir asfixiado por un cubrebocas

Sin embargo, recordó que únicamente es útil durante la epidemia de coronavirus cuando la persona con síntomas o la enfermedad demostrada por el laboratorio lo usa porque disminuye la probabilidad de que pueda propagar el virus entre otras personas, no así para retener el virus cuando quien porta la máscara es una persona sana.

Indicó que la idea de emplear de manera generalizada el cubrebocas durante el periodo presintomático ha sido recomendado, aunque al momento no existe evidencia científica de que el instrumento sea útil dado que el uso requiere una disciplina específica que no se sigue en la mayoría de los casos.

López-Gatell explicó que el cubrebocas es sólo un auxiliar y puede ser de utilidad en espacios cerrados donde no se puede respetar la sana distancia especialmente ahora que culmina la Jornada Nacional de Sana Distancia.

También negó que alguien pueda fallecer de asfixia por el uso de un cubrebocas y explicó que la concentración de bióxido de carbono puede generar síntomas: somnolencia, mareo, dolor de cabeza y desmayos, así como angustia por la sensación de claustrofobia que genera la restricción en la vía respiratoria.