Se observó a partir de que Mario Delgado tomó las riendas del partido de Morena, un cambio sustancial de organización. Llamó a todos a cerrar filas ante los grandes desafíos que enfrentará Regeneración Nacional en 2021. Sabe perfectamente lo que constituye un ejercicio de la naturaleza que viviremos a casi 6 meses; además, hay una evidencia sólida que, por fin, parece haber puesto fin a las pugnas internas desde el seno morenista. Al menos, la conclusión y la lectura que tenemos ahorita tienen un estricto esquema de unidad.

El proyecto que ha expuesto el presidente Nacional de Morena, Mario Delgado es sumamente ambicioso a corto, mediano y largo plazo. Por ello, una vez que comience el desarrollo y el clima intenso del proceso electoral, se notará la evidencia y el poderío de arrastre que ha mostrado el partido guinda a lo largo de este primer tercio de gobierno del mandatario Obrador. De hecho, un estudio del diario de circulación Nacional El Universal, afirmó que Morena sostiene una ventaja de 2 votos a 1 a la oposición. 

Morena será capaz de ganar la mayoría de entidades aun, y con la opinión unida. 

Los pilares estructurales y los cimientos sólidos de la oposición están divididos. No hay un contrapeso real en este momento. De esta forma, Morena comparada con los demás partidos políticos mantiene un trecho monumental. 

Esa razón es suficientemente poderosa para trabajar en el proyecto de unidad. La organización: es el punto clave de Morena más allá del arrastre que jale el presidente López Obrador. Hay que recordar que, esta elección, tendrá un ingrediente adicional: todas las organizaciones de derecha, empresarios y el sistema de oposición estarán unidos contra el mandatario. Por ello, Mario Delgado debe diseñar una estrategia atinada para competir.

Algo muy importante atraviesa por los semblantes que competirán en la elección. Esas razones, dentro de un ejercicio democrático son estratégicamente sustanciales; hay que recordar la realidad inocultable de la improvisación y la imposición de malos perfiles que, electoralmente, no rinden dividendos. Está el caso de Ricardo Anaya recientemente. Esa fue una mala apuesta de la oposición, más allá del hartazgo generalizado que cargó.

Por esa razón, la visión de Mario Delgado debe ir encaminada al proyecto de consolidación del partido guinda. Ayer mismo lo recordó el presidente: vencerá la fuerza social al BOA. El mensaje es claro y contundente: Obrador no cederá ni un centímetro a la oposición en las elecciones del 2021. Además de vigilarlas, no tengo duda que tendrá al menos una injerencia en la recomendación de los abanderados. Es mucho lo que está en juego. Morena como favorito, no puede darse el lujo de perder las entidades que porcentualmente tiene conquistadas.

En ese sentido, se debe limitar en ocasiones la exageración de aspirantes a las gubernaturas. Es cierto, están en toda la libertad de participación, sin embargo, saben perfectamente que a muchos no les favorecen las proyecciones. Es más, varios ni figuran en ellas.

Tras la publicación de la convocatoria para el registro de las precandidaturas, Mario Delgado está tratando de operar un acuerdo previo con los competidores. El compromiso debe ser moral y estricto en apego a los principios de la cuarta transformación; para llegar a esos acuerdos, han citado a los aspirantes de algunos estados a la sede oficial del CEN de Morena. En cuanto al tema que se ha percibido, —se abordó el término a la hostilidad entre suspirantes que, mediante esos mecanismos, pretendían escalar posiciones.

No obstante, la orden es directa de seguir la línea de la civilidad y disciplinarse con el resultado que arroje la encuesta interna de Morena que está próxima a efectuarse, donde el propósito es evaluar y medir a los perfiles mejor calificados en las entidades y aquellos que puedan sin contratiempos conquistar la mayoría de votos. 

A todo esto hay que sumarle que, en esta fase previa, muchos rostros ya han anticipado su paso sobresaliente. Eso, evidentemente, pudo ser también uno de los objetivos de las reuniones con el dirigente Nacional para tratar de llevar el mensaje de unidad hacia el puntero de las encuestas en cada uno de las entidades. En algunos estados las proyecciones muestran una selección cerrada; sin embargo, muchas otras, ya prácticamente es irreversible el trecho que han mantenido perfiles como en Michoacán, Nuevo León, Colima y Nayarit en el seno morenista. 

Notas finales.

Ayer tocó el turno a los aspirantes de la gubernatura de Morena en Michoacán. La lista es larguísima con más de 16 rostros entre hombres y mujeres. No obstante, hemos insistido en la ventaja que posee el Senador Cristóbal Arias Solís con más de 6 y 8 puntos según los últimos sondeos de Mitofsky y Enkoll que son instituciones de confianza. Esa razón es poderosísima para que anticipáramos con mucho tiempo el inexorable clima. También, parece que ayer salió humo blanco desde la sede del Comité Ejecutivo Nacional cuando Mario Delgado se tomó la fotografía con el legislador Arias Solís. Hay lecturas inocultables, asimismo, existen porcentajes inalcanzables que visualizan lo obvio.

Por cierto, solo serán 4 los elegidos para recoger su poder de convocatoria en Michoacán a través de la Comisión Nacional de Encuestas del CEN. Nadie de esos perfiles que competirá con Cristóbal Arias le pisa los talones. Todos luchan por consolidarse, pero en segundo lugar.