Washington, 26 Feb (Notimex).- El alza en los precios de las gasolinas en Estados Unidos abrió un nuevo frente de ataque al presidente Barack Obama, pese a que las malas noticias económicas comenzaron a ceder y dan un respiro al gobierno.

El impacto de este fenómeno en los bolsillos de los estadunidenses ha forzado a la Casa Blanca a poner en marcha de una estrategia para contrarrestar cualquier efecto en los datos favorables al mandatario, en particular los referidos al tema económico.

El precio del galón de gasolina (3.8 litros) registró un alza de nueve centavos de dólar la semana pasada para colocarse a un costo promedio de 3.61 dólares, aunque en algunos mercados estuvo cerca de los 4.

La presión para la Casa Blanca podría tornarse mayor ante la perspectiva de que el precio rebase los cuatro dólares si la inestabilidad en el Medio Oriente persiste y la demanda se mantiene alta.

El jueves, durante un evento comunitario en Miami, Obama dijo que su gobierno responde a la situación, pero insistió en que las causas del alza escapan al control de su gobierno.

Añadió que aunque no hay soluciones mágicas, algunas medidas podrían contribuir a aminorar el impacto en la economía del país, insistiendo en la eliminación de los subsidios a las petroleras, lo que rechazan los republicanos.

En su discurso radial de los sábados al mandatario acusó a los republicanos de buscar puntos políticos con promesas falsas y propuestas simplistas.

?Algunos políticos siempre ven esto como una oportunidad política. Y debido a que éste es un año de elecciones, ya ellos están desempolvando sus planes de tres puntos para una gasolina de dos dólares?, dijo.

Obama dijo que estos tres puntos se resumen a lo mismo: perforar, perforar, y seguir perforando. ?Todos los años escuchamos lo mismo?.

Los republicanos han tomado la decisión de Obama de desautorizar un oleoducto transnacional como muestra de las políticas equivocadas que tendrán un negativo impacto de mediano plazo en el sector energético.

El proyecto conocido como Keystone que permitiría el traslado de petróleo desde Canadá hasta las refinerías estadunidenses en las costas del Golfo de México, enfrentó la oposición en algunos estados debido a su potencial impacto ambiental.

Robert Gibbs, ex vocero presidencial, dijo este domingo que las críticas republicanos sobre la perforación carecen de sustento, haciendo notar que la producción petrolera durante este gobierno es mayor a la lograda en la pasada administración.

Gibbs aludió el reciente acuerdo con México sobre perforación petrolera en los limites binacionales en el Golfo de México como parte de las acciones con las que el gobierno se prepara en el corto plazo, pero insistió en soluciones amplias e integrales.

?Estoy seguro que esa es la misma gente que cuando la gasolina alcanzó una alza récord en el 2008 culparon a George Bush. Hay gente que quiere decirnos que hay soluciones mágicas al problema que enfrentamos, pero eso no es cierto?, argumentó.

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