México.- El médico y exfuncionario federal Alejandro Macías advirtió que las autoridades sanitarias mexicanas podrían rechazar la vacuna contra el Covid-19 desarrollada en Rusia, bautizada como Sputnik V y cuyo primer cargamento llegaría al país en noviembre próximo.
En entrevista con Milenio Televisión, el epidemiólogo explicó que la noticia dada a conocer por Universidad de Oxford y AstraZeneca, en el sentido de que han detenido los ensayos clínicos de su vacuna, cambia de manera drástica el panorama para la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), entidad encargada de autorizar la llegada del fármaco.
Macías Hernández, quien fue comisionado nacional para la atención de la influenza en México entre 2009 y 2012, señaló que ambas vacunas son muy similares y, si una de ellas ya está mostrando efectos secundarios adversos, la otra también debería prender focos rojos.
En caso de que los ensayos británicos lleguen a su fin, “automáticamente, tampoco vamos a poder confiar en la vacuna rusa, por más que no digan que ya está lista”.
“La vacuna de Rusia había rebasado por la derecha porque, sin hacer un estudio de fase 3 -que incluye miles de pacientes- sencillamente dijeron que ya estaba lista”.
Alejandro Macías Hernández
Cofepris deberá analizar datos antes de autorizar vacuna rusa: experto
Alejandro Macías agregó que la Cofepris deberá considerar lo que está pasando en el Reino Unido antes de dar su visto bueno a la vacuna Sputnik V para permitir al Gobierno Federal y entidades privadas firmar contratos con Rusia.
Cabe señalar que autoridades del país eurasiático anunciaron este 8 de septiembre que llegaron a un acuerdo para vender 32 millones de dosis de su vacuna a la empresa mexicana Landsteiner Scientific.
“Va a ser muy difícil que Cofepris autorice una vacuna del mismo tipo cuando hay otra en cuestionamiento”.
Alejandro Macías Hernández
Finalmente, lamentó que Oxford y AstraZeneca no den a conocer la naturaleza del descubrimiento que les obligó a parar temporalmente su ensayo clínico, pero estimó que podría tratarse de “una reacción seria” contra el fármaco.
“Hay muchas reacciones leves a una vacuna, como fiebre, dolor de cabeza o salpullido; (esto) debió ser una reacción neurológica”, aventuró.