La cadena NRK entrevistó a Adán Cortés, mexicano que irrumpió pacíficamente en la entrega del Premio Nobel de la Paz a Malalá Yousafzai y Kailash Satyarth, quien dijo que no se arrepiente de sus acciones pues quería que los ojos del mundo voltearan a ver lo que ocurre en México.
“Mi mensaje era para solicitar asistencia a México. Me volví demasiado tarde para pedir a Malala y Kailash que se pronunciaran sobre lo que está sucediendo: las autoridades matan a los estudiantes”, indicó a la cadena noruega.
El estudiante de Relaciones Internacionales de la UNAM indicó que en todo momento se sintió seguro de lo que iba a hacer, incluso desde el momento en que ingresó al Grand Hotel de Oslo. “Nadie me pidió una identificación y fue fácil porque intenté parecer un invitado más. Me sentía muy seguro de mi mismo”.
Cuestionado sobre si sentía algún tipo de remordimiento sobre sus acciones Cortés Salas dijo que lo haría de nuevo pero ofreció disculpas al personal de seguridad y a los galardonados. “Pido una disculpa a quienes asusté y espero que no haya una consecuencia negativa al personal de seguridad. Lo siento mucho por ella (Malala) y me gustaría tener otra manera más legítima de expresa mis opiniones”.
El estudiante dijo que a su llegada a Noruega planeaba hacer algo en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa, víctimas de desaparición forzada, pero aún no tenía claro lo que podía hacer. “Sólo quería una oportunidad para hacer que los ojos del mundo voltearan a ver lo que realmente ocurre en México”.