México.- El empresario Jorge Aduna Villavicencio, decidió tomar la justicia por propia mano ubicó, privó de su libertad, asesinó e incineró a seis de los presuntos delincuentes que a medidos del año pasado robaron de manera violenta la casa de uno de sus familiares.

Con el apoyo de sus escoltas, entre ellos un expolicía ministerial y un agente de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) el inversionista logró cobrar venganza, señaló el sábado el fiscal de Puebla, Víctor Carrancá Bourget.

El pasado fin de semana se logró la captura de Aduna Villavicencio, dueño de la empresa Gallística del Noreste, uno de los más importantes organizadores de conciertos, peleas de gallos en la zona centro del país.

Entre el 19 de octubre y el 27 de noviembre del año pasado, desaparecieron un vendedor de lácteos, dos limpiaparabrisas, un albañil, un herrero y un carpintero que, según la Fiscalía, habrán participado en el hurto de la casa que desató la reacción del empresario.

Según las investigaciones, la ubicación de una tableta electrónica que había sido robada el día del atraco permitió al empresario concretar su plan.

La primera víctima fue Marco Antonio Cuautle, desaparecido el 19 de octubre; después, el 28 de octubre, Román Limón Gómez; el 12 de noviembre fueron 'levantados' de manera simultánea Pedro Negrete Orea y Luis Ángel Flores Gutiérrez. 

El quinto caso de desaparición se dio el 26 de noviembre, de Rogelio Rivera Osorio, y un día después cayó el sexto: Bryan Gerardo Torres Sandoval.

En una bodega propiedad del empresario en los límites con Tlaxcala fueron hallados los restos de las víctimas los tambos metálicos usados para la incineración de los cuerpos, además de las pertenencias de los desaparecidos.

Los detenidos junto con el empresario están recluidos en el penal de San Miguel, en Puebla, además de dos policías ministeriales por filtrar información al empresario durante sus propias indagatorias.

Con información de CNN Expansión