México.- El costado sur de la Pirámide del Sol se está secando, por lo que podría colapsar, alertó Arturo Menchaca, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El especialista puso como ejemplo que cuando un niño hace un castillo de arena en la playa, éste necesita estar húmedo para mantenerse en pie. En el momento que la figura se seca pude deshacerse ante cualquier leve roce.

Así, con la pirámide se necesita emprender un proceso de rehumedización del costado sur a fin de preservar esta histórica y emblemática edificación, determinaron científicos universitarios, luego de colocar un detector de muones dentro de la pirámide y tras hacer el análisis de más de 3 millones de datos.

Menchaca, quien dirige la investigación, dio a conocer por primera ocasión estos resultados como parte de las actividades por los 75 años del IF y del encuentro Internacional de Ciencias, Artes y Humanidades.

Subrayó que se trata de un trabajo de 14 años, y hasta el momento se han analizado 60% de los datos, cuyas conclusiones finales se publicarán en diciembre.

El proyecto se realizó en una colaboración multidisciplinaria con la antropóloga Linda Rosa Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, que tiene como objetivo obtener una radiografía de la pirámide a fin de responder si en su interior existen túneles realizados intencionalmente por quienes la edificaron, en los cuales podrían haberse colocado los restos de los gobernantes de la metrópoli.

Por el detector de partículas de muones, los científicos lograron identificar que el costado sur de la Pirámide del Sol tiene menos densidad que el costado adyacente, debido a que recibe más luz solar, lo que ha causado que éste se seque y haya riesgo de colapso.

“La radiografía muestra que la pirámide está más seca de un lado que de otro; la cantidad seca es muy grande, alrededor de 30% de diferencia. Esto quiere decir que está enferma de insolación y existe riesgo de colapso, si no se hace algo”, indicó Menchaca.

Durante la charla Estudio interdisciplinario del pasado de Teotihuacan, que formó parte del primer día de actividades por el 75 aniversario del IF, el investigador aclaró que la investigación no advierte que mañana se caerá la histórica edificación, sino que se trata de un fenómeno similar a lo que sucede en el subsuelo de la ciudad de México, con la diferencia de que en la capital del país hay un peso enorme y, debido a la pérdida de humedad debajo de la superficie, las construcciones se han ido hundiendo, ya que para sostenerlas es necesaria una densidad uniforme en el subsuelo.

“En las pirámides no hay peso; gracias a las rocas es como realmente se logra mantener en pie, lo que pasa es que esa tierra va perdiendo su humedad, dejando espacios microscópicos entre las moléculas que van dejando vacíos. Todos hemos jugado con arena seca y húmeda en el mar para hacer castillos; cuando se deja secar al sol puede mantenerse, pero si alguien lo toca, se desmorona”, detalló.

En este contexto, el científico indicó que el proceso para rehumedecer la pirámide y preservarla tiene que ser sistemático.

Con información de La Jornada