México.- Tras el paso de los fenómenos meteorológicos "Ingrid" y "Manuel", ocurridos hace 3 años, 17 niños han perdido la vida por falta de atención médica en el campamento de refugiados "Xicaixtláhuac", ubicado en el municipio de Chilapa, en la región de la Montaña Baja de Guerrero.
Por esta razón, y otras consecuencias del abandono en el que habitantes de tres comunidades han sobrevivido en este campamento, unos 100 jefes de familia tomaron la delegación de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) para exigir a las autoridades federales cumplan con la reubicación.
Desde 2013 no cuentan con servicios básicos como agua potable, drenaje, viviendas, y sólo tienen un centro de salud para atender a más de mil personas, y que ni siquiera cuenta con energía eléctrica.
La mayor parte de las 300 familias que integran este campamento viven en chozas de plásticos y cartón; algunos han improvisado pequeñas casas de madera o bajareque, pero que son insuficientes para protegerlos de la lluvia y el frío, que son intensos en esa zona de la Montaña.
El mal estado de las carreteras de terracería que llevan a este campamento ha sido otro factor que impide atender las enfermedades de la población, así como la falta de un puente sobre el río que se debe cruzar y que correspondía construir a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Los habitantes de las localidades San Marcos Majada de Toro, Tres de Mayo y Tierra Blanca Ocotito, que fueron evacuadas el 16 de septiembre de 2013 y declaradas como inhabitables, acusaron a la Sedatu, Sedesol y Gobierno del Estado de las consecuencias fatales que ha tenido la omisión de las las autoridades en este grupo poblacional.
El pasado 29 de agosto una comisión se reunió con el delegado de Sedatu en Guerrero, José Manuel Armenta Tello, quien en ese momento les informó que a más tardar en una semana estaría reiniciándose la construcción de viviendas, pero se trató de un "nuevo engaño", acusaron.
Hasta ahora en este predio que han denominado "Loma de los Pinos" donde se construirían más de 300 viviendas, sólo hay 50 terminadas, y la mayoría ya presentan deficiencias, que los beneficiarios con tal de ya no vivir en campamentos improvisados han tenido que reparar.
Por otra parte el Instituto Nacional para la Infraestructura Física Educativa (INIFED) y el Instituto Guerrerense para la Infraestructura Física Educativa (IGIFE) se han deslindado de la construcción de las escuelas, Preescolar, Primaria y una Telesecundaria.