México.- Organizaciones civiles y familiares de las mujeres indígenas detenidas durante las diligencias para encontrar a Dylan Esaú en Chiapas, acusan que la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó un montaje para la detención de estas personas que pertenecen a la familia Gómez Sánchez, y con ello justificar los errores cometidos en la búsqueda del niño.
En conferencia de prensa virtual, la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), Melel Xojobal y Colectiva Cereza, que acompañan a las familias, expresaron que ahora que Dylan apareció sólo queda evidencia de que la FGE fabricó delitos en contra de las 4 mujeres indígenas y un hombre mayor de edad, por lo que exigieron que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso.
“Responsabilizamos a la Fiscalía de Chiapas por la integridad de la familia y los niños, quienes son rehenes de este acto [...] montaron un show con esta familia para justificar los errores en la búsqueda de Dylan, pero con la aparición del niño queda en evidencia que esto fue una fabricación de culpables ante la presión por el caso”.
Juan Martín Pérez, Redim
Desde Chiapas, integrantes de la familia Gómez Sánchez explicaron los abusos recibidos por parte de la fiscalía a cargo de Jorge Luis Llaven Abarca, y que mantiene privadas de su libertad a Josefa Sánchez Gómez, María Hortensia Gómez Sánchez, Maribel Gómez Sántiz y Juana Montejo González.
Asimismo, denunciaron la retención ilegal de los 23 niños que supuestamente habían encontrado tras un operativo en Chiapas, y quienes fueron llevados a un albergue del DIF en Tuxtla Gutiérrez, el pasado 17 de julio cuando informaron que “desmantelaron una presunta red de trata”.
Sin embargo, estos niños son hijos, sobrinos y nietos de las mujeres detenidas: “ellos dijeron que teníamos a niños secuestrados, pero eran nuestros hijos, vivíamos 5 familias en esa casa”, expresó una familiar durante la conferencia.
Detención de las mujeres y su relación con Dylan
La detención de las 4 mujeres y un hombre pertenecientes a la familia Gómez Sánchez, sucedió luego de la desaparición de Dylan el 30 de junio en un mercado de San Cristóbal de las Casas. Semanas después, fueron detenidos Adolfo Gómez Gómez y Josefa Sánchez Gómez, por su posible responsabilidad en el caso del niño.
A Adolfo lo llevaron al penal de San Cristóbal de Las Casas donde murió el 27 de julio dentro de su celda, y la Fiscalía dijo que se trató de un suicidio por ahorcamiento, pero su familia advitió que en su cuerpo tenía marcas de tortura.
“El director del Cereso número 5 agarró a un inocente, por culpa del director y de la Fiscalía de Chiapas murió mi padre y yo exijo la aclaración de su muerte. Mi padre no sabía robar, se dedicaba a trabajar [...] pido que dejen en libertad a mi madre. Pasan los días y noches y ella sigue detenida”.
Nereida Gómez, familiar
{username} (@derechoinfancia) August 19, 2020
Luego el 21 de julio, la Fiscalía de Chiapas informó en conferencia de prensa de un operativo que realizaron en una vivienda en el municipio de San Cristóbal y donde detuvieron a tres mujeres y “rescataron de una red de trata” a 23 niños, aunque en realidad eran los hijos, nietos y sobrinos de las mujeres indígenas ahora presas.
Según la familia, ese mismo día acudieron a la FGE para decir que se trataba de una confusión, pero no fueron atendidos, por lo que tras el hallazgo de Dylan, las organizaciones lamentaron la criminalización de la familia y exigieron que se investigue el actuar de la dependencia.