México.- Jesús Romero Colín, víctima del sacerdote Carlos López Valdez, que fue sentenciado a 63 años de cárcel por el delito de violación cometida en contra del joven, relata su mala experiencia del hecho.
Entrevistado en el estudio de Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, comentó que los abusos en su contra se cometieron a partir de 1994 y la denuncia se presentó hasta 2008. Señaló que entonces tenía 16 años y continúo viviendo en la iglesia hasta los 20 años.
"Me quedé ahí, evidentemente traía un enganche psicológico con el sacerdote, él se encargó de tejer una red de la que no podía salir, esto aunado a los síntomas del abuso sexual que el principal es la culpa y te sientes responsable de lo que a ti te pasó y aunque eres niño no lo alcanzas a dimensionar y se le sumó un factor muy importante que es la fe”, indicó el joven.
“Este sacerdote se me había asignado para ser mi guía espiritual, al camino al sacerdocio, me quedé enganchado ahí bastante tiempo, al final me quedaba porque sentía que tenía la misión de salvar a los niños a los cuales este sacerdote se acercaba y que fueron varios", sostuvo.
No fui la única víctima
Asimismo, reveló que hubieron varias víctimas. El cura ya tenía antecedentes y había en la parroquia otros cuatro jóvenes que habían vivido con él desde que eran niños.
"Desgraciadamente era el modus operandi de este violador serial", comentó. Romero Colín refirió que fueron muchos años y que, aunque en determinado momento hubo un consentimiento de su parte, aplicó la denuncia de corrupción de menor.
"Llegó un momento en que era, no puedo decir consensuado, porque no es la palabra correcta, fueron cuatro años… Sí es un consentimiento, pero es una manipulación también, caes en una red en donde justamente te hacen sentir especial, te hacen sentir querido, como único y este sacerdote a mi me dice que fue un exceso de cariño y no supo medir las consecuencias, desde niño me dijo que las personas que se querían se demostraban el cariño mediante esa manera y no estaba mal", recordó.
Además, dijo que se percató que en varias ocasiones el sacerdote grababa los abusos, y luego encontró un disco con abusos no sólo a él, sino a otras personas que desconoce.
Dijo que en 2004 inició una investigación en contra del Carlos López Valdez y cuando lo removieron de una parroquia ubicada en Calzada del Hueso, a otra de Tlalpan, sin castigo y con nuevas posibilidades de abusar de más niños, no resistió y cayó en una crisis de alcoholismo y de terapia psicológica.
López Valdez actualmente tiene 72 años de edad, por lo que es muy probable que su defensa solicite la prisión domiciliaria, además de que el resarcimiento del daño dictado por el juez será impugnado por su defensa.