México.- El gobierno de la Ciudad de México (CDMX) presentó un acuerdo para un nuevo protocolo de actuación policial en marchas, mismo que contempla la rendición de cuentas por parte de agentes y el llamado a diálogo con manifestantes violentos antes de proceder con su detención.
En conjunto con la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, la Secretaría de Gobierno de la CDMX informó que la actualización de los Protocolos de Actuación Policial para la Protección de Personas en el Contexto de Manifestaciones o Reuniones, contempla un acompañamiento focalizado de posibles manifestantes violentos, lo que quiere decir que si un policía identifica a una persona en posesión de un objeto que pueda causar algún daño a terceros, deberá de conducirlo a un lugar apartado dentro de la marcha.
El oficial solicitará la entrega del objeto de potencial daño y si el manifestante se rehúsa a la disposición, la autoridad deberá hacer una valoración respecto a la flagrancia y riesgo para resolver si se configura o no una "falta administrativa". El último paso antes de concretar una detención y posterior presentación ante el Ministerio Público, será el uso de "instrumentos de movilización no letales".
En lo que hace a la rendición de cuentas, los policías deberán portar visiblemente su número de identificación y el órgano interno de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) va a ser observador en campo.
Existe un capítulo dedicado a los derechos de los policías, donde se señala que deberán recibir la capacitación necesaria para la atención de protestas, además de atención médico, jurídica y psicológica.
Para el ejercicio legítimo del uso de la fuerza, se establecen los principios a seguir en su ejecución: necesidad, legalidad, prevención, proporcionalidad y rendición de cuentas.
En caso de considerar que están recibiendo una orden para actuar en contra de los Derechos Humanos, los policías podrán rehusarse a reprimir una protesta social.
Con información de IMER y Publímetro