Ciudad de México.- La Central de Abasto de la Ciudad de México invita a consumir fresa, una de las frutas más deliciosas que está presente en cientos de platillos como ensaladas, salsas, pasteles, helados, galletas, licuados, aguas, gelatinas; además de que pueden comerse solas o con crema.

En la Central de Abasto esta fruta se comercializa al menudeo por kilo, a granel o en domos, en la Nave I-J, y al mayoreo en las Naves KL y ST, en cajas de madera, cartón o en las tradicionales canastas.

En México su producción se distribuye en distintos estados, de los que Michoacán ocupa el primer lugar; Baja California, el segundo y Guanajuato, el tercero; le siguen el Estado de México, Jalisco, Sinaloa, Coahuila, Veracruz y Morelos.

Las fresas pierden la textura cuando se congelan, aunque conservadas de esta manera se usan en una gran variedad de postres. También se acostumbra a comer fresas cubiertas con chocolate conocidas como brochetas; lo cierto es que estas frutillas se disfrutan en todas sus preparaciones

Se conocen en el mundo más de mil variedades de fresa, por su gran capacidad de hibridación. El fruto que conocemos como fresa es en realidad un engrosamiento del receptáculo floral, y los puntitos que hay sobre ella son los auténticos frutos.

Su producción se incrementa entre los meses de enero a mayo, y de octubre a diciembre; por lo que es en esas temporadas cuando hay que consumirlas.

La fresa contiene gran cantidad de ácidos orgánicos y vitaminas C y E, además de minerales, betacarotenos, folatos, potasio y fibra.

En la industria se utiliza para hacer néctares e incluso la envasan congelada en tetrapack con crema; así como en yogurt, refrescos o bebidas calientes como té. También se utiliza como cosmético en mascarillas, champúes, labiales y lociones.

También se recomienda que, cuando se compren fresas, se revise que éstas no estén mojadas; sacarlas inmediatamente de la bolsa donde te las dieron, lavarlas, desinfectarlas y retirarles el rabito. Se pueden extender sobre una charola para colocarlas en el congelador, y una vez congeladas, meterlas en un recipiente hermético y así podrán utilizarse posteriormente para hacer aguas o licuados.