Ciudad de México.- La zona de los canales de Xochimilco, declarada como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad, se encuentra en riesgo, debido a la descarga de aguas negras y grises, además de verter basura y contaminantes directamente a los canales, así como la proliferación de asentamientos irregulares.
Éstos son solo algunos de los problemas que contribuyen, de manera directa, a que las chinampas presentan salinización, hundimiento e inundaciones.
Estos datos fueron revelados por el ?Censo de descargas de aguas negras y grises en los canales de Xochimilco?, que de manera coordinada realizaron la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) del Distrito Federal y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dicho estudio se enmarca en el Proyecto para Rehabilitar el Área de Canales de Xochimilco, San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco, que desde el año 2013 a la fecha permitió la elaboración de un diagnóstico amplio de las necesidades y la problemática que afecta a productores agrícolas, prestadores de servicios turísticos y pobladores en general de la zona.
Con una inversión por parte de la Seciti de 16 millones 496 mil pesos, en los últimos dos años se avanzo en el diseño de una draga para el saneado de canales, elaborada por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, así como en un sistema de saneamiento de aguas mediante aireación.
Sin embargo, el estudio referido encontró que la contaminación de los canales de la zona de Xochimilco proviene de agua jabonosa con la que se lava la ropa, desechos de hoyos -no fosas sépticas-, y desde donde se filtran aguas negras, así como de los drenajes, principalmente de los asentamientos irregulares.
La doctora Rosario Iturbe Argüelles, del Instituto de Ingeniería de la UNAM y coordinadora del estudio, resaltó que se recorrieron en cayuco y a pie 116 kilómetros de canales, en donde se encontraron mil 374 descargas (603 de aguas negras y 771 de aguas grises), pertenecientes a 917 predios.
Las principales fuentes de descarga fueron las casas habitación, pero también se encontraron aportaciones de predios comerciales con diferentes giros, entre los que destacan, por su número, los invernaderos y los sitios dedicados a la crianza de cerdos.
Iturbe Argüelles resaltó que la población sabe que la práctica de descargar aguas negras y grises a los canales es inapropiada. Por ello, es común que se hagan de manera clandestina y en muchos de los casos no es evidente su ubicación. Por lo cual no descartó que el número de predios que vierten sus aguas a los canales de Xochimilco sea al menos del doble de los observados.
De acuerdo con el censo, la calidad del agua que circula por los canales de Xochimilco comenzó a deteriorarse en 1957, cuando comenzó a recibir aguas de las plantas de tratamiento del Cerro de la Estrella y San Luis Tlaxialtemalco, lo que trajo repercusiones a las chinampas como salinización, hundimiento e inundaciones.



Además, se presentaron cambios no adecuados de uso de suelo, como la construcción de casas habitación y comercios en las chinampas, así como la invasión de canales para convertirlos en calles o en ampliaciones de chinampas. Esta transgresión al sistema chinampero trajo como consecuencia el crecimiento desordenado de la población que produce prácticas como la descarga de aguas negras y grises de manera directa a los canales.
La situación de Xochimilco es crítica, señaló la investigadora universitaria, aunque ?es reversible en todos los aspectos, siempre y cuando se inicien acciones de peso?, pero advirtió que cualquier acción no tendrá efecto si no se educa a la población sobre las buenas prácticas ambientales y se proporcionan servicios adecuados a la población, para contrarrestar el deterioro.
Con los resultados obtenidos, la Seciti trabaja actualmente en una coordinación integrada por distintas dependencia, en la que participan la Autoridad de la Zona Patrimonio, la Secretaría de Medio Ambiente del D.F. y la Comisión de Recursos Naturales (CORENA), con el fin de trabajar en la conformación de un proyecto consensuado que ayude a revertir el daño medioambiental en la zona canalera.