La Paz, Baja California Sur (BCS). En el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) realizan un interesante análisis para conocer cómo proteínas que tienen el nombre de lectinas, contenidas en algas marinas, ayudan al ser humano a atacar peligrosas enfermedades transmitidas por la picadura de mosquitos: sí, hablo del dengue.

Las lectinas son proteínas que se encuentran en todos los seres vivos, y son capaces de reconocer y adherirse a diferentes tipos de azúcares. Su nombre proviene del latín, ?leyere?, que significa "elegir", refiriéndose a su habilidad de "elegir" carbohidratos; las lectinas que residen en las algas marinas poseen características muy peculiares.

Estas lectinas son antivirales, es decir, pueden identificar carbohidratos y azúcares pertenecientes a varios tipos de virus e infecciones, y adherirse a ellos de modo que inhiben su entrada a la célula. A partir de este descubrimiento, se han realizado investigaciones sobre la reacción de éstas proteínas con el virus del dengue, con el propósito de mitigar los efectos del infame padecimiento, y con resultados muy interesantes.

Patsy Eunice Pardo Fuentes, estudiante de Posgrado en CICIMAR, afirma: "La razón por la que las lectinas de las algas son tan interesantes, es porque estas plantas se encuentran en un medio mucho más hostil, más variable, más agresivo. Estas proteínas no tienen tanta afinidad por azúcares que se encuentran dentro de un organismo humano, pero sí por aquellos azúcares presentes en una bacteria o un virus, y queremos aprovechar ésta habilidad para crear herramientas que puedan combatir virus potencialmente peligrosos, entre ellos, el dengue".

Tras las investigaciones, y como resultado a un experimento con lectinas provenientes de dos especies de algas contra el virus del dengue, se logró reducir exitosamente los efectos de la infección casi en un 50 por ciento. Cabe notar que lo que se está logrando no es destruir el virus, sino bloquear su paso a la célula para que no pueda multiplicarse en el cuerpo, no representando una solución total, pero sí atacando una de las raíces del padecimiento.

De igual forma, recientemente se ha descubierto actividad anti-VIH en las lectinas de algas rojas, sin embargo, éstos análisis aún se encuentran en una etapa temprana de investigación. El estudio de lectinas en algas no lleva mucho tiempo, no más de tres o cuatro décadas, y fue hasta hace una década que se descubrieron sus posibles aplicaciones médicas. Aun así, los descubrimientos logrados son bastante notables, pues prometen actividad antiviral importante que, de continuar con las investigaciones, podrían incluso mitigar los efectos de virus como el VIH.

"Estamos enfocando nuestro estudio en dengue, pero en realidad esta misma propiedad podría darse en otros virus de la misma familia; podría tener actividad anti-bacterial, anti-fúngica, incluso algunos científicos ya están utilizando estas proteínas como herramientas moleculares, aprovechando su capacidad de diferenciar azúcares. Estamos hablando de un adelanto enorme en la medicina". Comenta la estudiante en Posgrado Patsy Eunice Pardo Fuentes.

El descubrimiento de estas propiedades demuestra la importancia del estudio de nuestro recurso marino, ya que, aunque los experimentos lectinas no sean un tema reciente, las algas marinas de nuestra región no han sido completamente estudiadas antes, reforzando una vez más los potentes beneficios del avance de la ciencia en nuestra península.