Uno de los conflictos que más acaparó la atención internacional ha sido la destitución del que fuera presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, tras lo cual surgió el desconcierto frente a la posibilidad de la desintegración de Ucrania, anterior territorio de la Unión Soviética, lo que culminó con la declaración de autonomía de Crimea y su anexión a territorio ruso.
El principal enfrentamiento por el territorio se lleva a cabo en el este de Ucrania en las regiones de Lugansk y Donetsk, lo que incrementó las tensiones entre Rusia y el país eslavo tras la anexión del último a la Unión Europea.
Si bien es cierto que los miembros de la Unión Europea no son una unidad homogénea de cultura, etnia o lengua, y que sus diferencias a veces se agudizan y desatan conflictos internos, aquellos desencadenados por la etnia o la religión son más frecuentes en África u Oriente Próximo.
Existe una gran cantidad de diferencias entre los miembros de la propia Unión, donde Alemania es en términos económicos el sustento, y donde países como Portugal, Grecia o España se encuentran en medio de complejas crisis financieras, no se puede negar que la diversidad de pueblos ha cohabitado en el territorio mucho antes de la creación de los estados nación que delimitan el mapa actual.
He aquí los otros ejemplos de la búsqueda de autonomía de otras regiones europeas que trascienden los límites de Ucrania y Rusia.
La península ibérica es un buen ejemplo de lo que significa un movimiento de autodeterminación, por ejemplo Cataluña exige desde hace varios años una mayor autonomía del gobierno español, donde se incluye la libertad financiera y económica; bajo este mismo argumento se inspira el País Vasco, donde floreció uno de los movimientos separatistas más radicales: ETA, debido al empleo de métodos terroristas con el objetivo de lograr su independencia del territorio español, el cual se desarticuló en 2011 y decidió una transición por la vía política.
En otras regiones como Andalucía, Galicia y la Comunidad Valenciana, también se aspira la obtención de mayores derechos para los gobiernos locales, sin embargo, no busca específicamente una separación del territorio español.
Quizá menos conocido, sea el ejemplo italiano, donde en la región del Véneto algunos partidos políticos han denunciado las atenciones que recibe la población local, que es italiana, el cual busca un respaldo mediante el referéndum de autodeterminación de la región.
Sin embargo, en el territorio, el movimiento más importante es la Liga Norte, donde se incluye Véneto y otras provincias norteñas, que es denominada Padania, con el objetivo de obtener autonomía sobre dichas regiones.
Otra de las regiones europeas que ha buscado su independencia es Baviera, uno de los estados federados de la República de Alemania, el cual goza de cierto nivel de autonomía con respecto a otros sistemas políticos.
La región de Baviera es la mayor de todo el país, con una industria fuerte y rutas turísticas populares, el alemán de la región cuenta con su propio dialecto.
Aunque el movimiento separatista existe desde hace bastantes años, no se podría considerar una mayoría, pero si ha sido influyente, pues al final de la Segunda Guerra Mundial, los nacionalistas bávaros buscaban el apoyo de los aliados para crear su propio estado.
Las islas británicas son otro ejemplo, especialmente en lo referente a Escocia, quien pretende lograr su independencia a través de un referéndum, a lo que se suman las tensiones políticas en Irlanda del Norte donde es patente la división entre católicos y protestantes, así como sus movimientos de reunificación a favor de la República de Irlanda.
Además, el Reino Unido ha contemplado la posibilidad de abandonar la Unión Europea, además de los movimientos de autodeterminación en Mercia y Gales, donde la situación no se manifiesta de manera activa, de momento.
Bélgica es otro de los estados que podría encarnar por sí misma el concepto de "separatismo europeo", pues antes de su independencia, los territorios eran parte del Sacro Imperio Romano Germánico, de España, de Francia y de los Países Bajos.
En la actualidad su división lingüística coincide con la división política de las regiones de Valonia y Flandes, donde habitan los francófonos y los flamencos, respectivamente, mientras la región de Bruselas es la tercera en importancia dentro del país.
En Flandes existen movimientos nacionalistas moderados, por ejemplo el partido Nueva Alianza Flamenca, quienes no han descartado la separación de su región de Bélgica.
La Unión Europea parece un mosaico de diversidad, como ejemplo se encuentra Europa Oriental, donde los países se van estableciendo tras la caída de Yugoslavia.
Kosovo, los procesos de desintegración de Irak, el movimiento independentista de Kurdistán son los antecedentes de la situación que se vive en la actualidad en el este de Ucrania, lo cual podría ser sólo el presagio de nuevas tensiones regionales en la configuración del mundo.
Con información de RT