Lisboa, Portugal.- El país luso dispone de un nuevo banco emergido de la parte sana del Banco Espírito Santo, el cual fue rescatado por el estado y sus competidores, mientras los activos tóxicos quedaron como responsabilidad de los accionistas.

El "Novo Banco" recibió una inyección de capital de 4 mil 900 millones de euros, de los cuales, 4 mil 400 proceden del fondo de 12 mil millones concedido para recapitalizar a los bancos como parte de la ayuda concedida a Portugal en mayo de 2011 por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Los 500 millones restantes fueron concedidos por el Fondo de Resolución alimentado por los bancos portugueses en 2012 para afrontar la crisis.

Las reglas europeas ya prevén que accionistas y acreedores no prioritarios contribuyan al rescate del banco antes de que intervenga el Estado, lo cual provocó furia entre los pequeños accionistas, quienes han perdido la confianza en el sistema financiero.

El BES es el primer banco privado de Portugal que fue dividido en dos entidades para aislar los "activos problemáticos", entre los que se encuentra la deuda de alto riesgo de los tres principales holdings de la familia Espírito Santo.

El desmoronamiento del imperio familiar presente en el sector de los seguros, el inmobiliario, el turismo y la salud, fue provocado tras el descubrimiento de operación de un "mecanismo de financiación fraudulento en el seno de las sociedades del grupo", denunció el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa.

Con información de AFP