Colombia - Los cultos religiosos parecen permear las diversas culturas del mundo. El acceso a la información alrededor del planeta ha favorecido la interacción cultural y el interés de los nuevos ciudadanos del mundo por la oferta artística, tecnológica, literaria y hasta religiosas de otras naciones.
La Wicca es una de estas nuevas prácticas que ahora se está adoptando en Colombia y que es calificada como una forma espiritual de estar en paz con la naturaleza y quienes la practican, lo hacen bajo un código de ética que prohíbe afectar negativamente a otros. No obstante, la Wicca no basa sus enseñanzas en un libro sagrado, tampoco venera a dioses, en cambio, considera a la naturaleza y sus ciclos como regentes del devenir humano.
"Con lo que sí hay que tener cuidado es con las sombras que aparecen a partir del 31 de octubre, cuando llega el invierno", asegura el autodenominado experto en fenómenos paranormales y adepto a la Wicca, Ómar Hejeile, en una entrevista con el periódico colombiano 'El Tiempo'.
Esta religión neopagana, que tiene una fuerte relación con la magia y la brujería ya es reconocida oficialmente en cuatro países: Estados Unidos, Puerto Rico, España y Portugal y ahora encuentra destino en el país suramericano. "Es una filosofía o espiritualidad que sigue las enseñanzas de la vieja religión, no hay bien o mal; solo un proceso estratégico de mutación de la energía?, advierte, Ómar Hejeile.
Por su parte, la iglesia Católica y los escépticos ven en el neopaganismo nada más que una manifestación de herejía. "La Wicca no es una tradición milenaria. Es un intento por apropiar visiones románticas de la Edad Media, de los druidas y otros cultos iniciáticos. Tratan de ser herederos de culturas antiguas, pero no lo logran, porque no hay mucha información sobre estas", afirma Hernán Darío Toro, fundador de la organización Escépticos Colombia.
Con información de RT y El Tiempo