Polonia.- Una estatua de Adolf Hitler rezando, esta siendo exhibida en un antiguo gueto de Varsovia, donde hace décadas murieron muchos judíos a manos del régimen nazi.
La estatua en cuestión esta causando reacciones encontradas entre la población.
Se trata de una estatua autoría del italiano Maurizio Cattelan, quien nombró a su obra “Él”. Aunque el artista no ha sido explicito en cuanto a lo que estaría rezando Hitler, los organizadores de la exposición explicaron que el propósito es que el público reflexione sobre la “naturaleza del mal”.
Sin embargo algunos expresaron su molestia por colocar una estatua de este personaje en un lugar tan emblemático y sensible.
Una organización judía, el Simón Wiesenthal Center, pidió remover la estatua pues para ellos representa “una provocación sin sentido que insulta la memoria de los judíos muertos bajo el régimen de los nazis”.
Por otro lado a muchos otros les ha parecido que la instalación de la estatua en el antiguo gueto de Varsovia, posee un gran impacto emocional.
Fabio Cavalucci, director del Centro de Arte Contemporáneo, que superviso la instalación de la polémica estatua, explicó que no hubo intención de insultar la memoria de los judíos victimas del exterminio nazi.
"Es una obra que trata de hablar de la situación del mal oculto en todas partes", explicó Cavalucci.
La estatua de Hitler rezando forma parte de toda una serie del artista Maurizio Cattelan, llamada “Amén”, la cual esta expuesta enteramente en la misma ciudad de Varsovia en el castillo de Ujazdowski.
Los asistentes a la exposición en el antiguo gueto de Varsovia pueden sentir lo que cualquiera de los habitantes de ese lugar. Por medio de un agujero en una puerta de madera pueden echar un vistazo a la estatua de Hitler, lo miran hincado de espaldas; es así como fue planeada la exhibición.
Michael Schudrich, principal rabino en Polonia, aseguró que fue consultado sobre la colocación de la estatua de Hitler y no le pareció una mala idea, pues el propósito del artista era plantear un cuestionamiento moral.
La intención de la instalación no era revivir a Hitler, se trata de demostrar al público que el mal se puede presentar disfrazado, en este caso de un dictador orando.
Cattelan ya ha causado polémica en Polonia, en el 2000 presentó una estatua en la que se representaba al difunto Papa Juan Pablo II aplastado por un meteorito, “La Nona Ora” (“La Novena Hora”), esto ofendió mucho al pueblo polaco profundamente católico y simpatizante obvio de Juan Pablo II.
Con información de ABC News