Para muchas mujeres la menstruación se ha convertido en lo que debería ser totalmente normal para el mundo entero: un proceso biológico natural y nada más. Pero esto está lejos de ser la realidad para todas, pues aún existen muchos lugares en donde se ve como algo sucio y hablar de ello es un tabú.

Uno de esos lugares es Pakistán que, aunque se ha abierto un poco al tema en sus ciudades principales, todavía tiene muchas poblaciones en las que las mujeres se enfrentan a señalamientos y discriminación cada vez que menstrúan, esto sin contar el riesgo de infecciones a causa de la falta de higiene.

En Booni, un poblado al noroeste del país asiático, Kajra Bibi ha comenzado una lucha pequeña, pero muy significativa en contra del estigma, pues desde hace un par de años, se dedica a fabricar toallas sanitarias de tela desechables que luego vende a las mujeres de su comunidad, en donde no existen más opciones.

La pequeña empresaria afirma sentirse orgullosa por “responder a una urgencia” ayudando a resolver las necesidades básicas de las mujeres de su sociedad que aún se ven obligadas a recurrir a métodos poco higiénicos.

Hajra Bibi fabrica toallas sanitarias de tela

Bushra Ansari, coordinadora de Aga Khan (AKRSP), un programa ruso de apoyo público pone como ejemplo el hecho de que algunas aún tienen que colocarse trozos de tela húmedos que lavan cada vez que pueden, pero no dejar secar por miedo a que alguien los vea.

Además, cuando en una familia hay más de una mujer en edad para menstruar, comparten los objetos usados para contener el sangrado lo que favorece la “transmisión de enfermedades”, lamenta la doctora Wassaf Sayed Kakakhail.

El AKRSP y la Unicef, enseñaron a Hajra a fabricar toallas, ahora tarda alrededor de 20 minutos en una pieza que vende por 2.5 pesos (20 rupias), pero afirma que nada ha sido fácil en esta tarea; al principio los pobladores la insultaban y continuamente le cuestionaban sobre sus actividades.

No es de extrañarse que la labor de esta madre de familia 35 años sea cuestionada, pues apenas en 2013, un estudio encontró que sólo 17% de las paquistaníes utilizaban toallas. Y más alarmante aún: un sondeo realizado en 2017 por Unicef, reveló que la mayoría de jóvenes paquistaníes interrogadas ignoraban lo que era el ciclo menstrual antes de tenerlo.

"Algunas adolescentes nos dijeron que pensaban que tenían un cáncer o una enfermedad muy grave, que las hacía sangrar".

Wassaf Sayed Kakakhail

Con información de AFP.