Actualmente hay más de 100 proyectos científicos que están en la búsqueda de desarrollar una vacuna segura y efectiva contra el nuevo coronavirus, uno de ellos es el de la Universidad de Oxford, en Reino Unido. Sin embargo, los investigadores que trabajan en él advierten que podría estar en peligro.

Hasta el momento, esta vacuna experimental es una de las pocas que ha probado ser segura en humanos y los científicos que trabajan en ella auguraban hasta un 80% de posibilidades de que estuviera lista en septiembre de este año, pero paradójicamente la disminución de casos de Covid-19.

Ante este panorama, y en medio de un debate ético obvio, los científicos que la desarrollan estarían considerado la viabilidad de inyectar coronavirus en personas sanas con la intención de conseguir la población necesaria para probar la vacuna y medir su éxito.

En una entrevista con The Telegraph citada por 20 minutos, el profesor e investigador Adrian Hill admitió que en este momento, la disminución de casos de Covid-19 se ha convertido en un problema que ha llevado a que el 80% de probabilidades de éxito de la vacuna caigan a un 50%. 

“Es una carrera contra la desaparición del virus. Estamos en la extraña situación de querer que el Covid-19 se quede un poco más” <br>

Adrian Hill. Universidad de Oxford.

Un debate ético

A pesar de que las vacunas normalmente son probadas a través de la inoculación de un virus en un grupo grande de personas cuyos resultados se comparan con otro grupo de pacientes infectados que no recibieron la vacuna, esta vez la ética juega un papel importante, pues aún hay mucho que se desconoce sobre el coronavirus causante de Covid-19.

El Covid-19 es una enfermedad con tasas de mortalidad más altas que otras enfermedades como la gripe, la malaria o la fiebre tifoidea, y además, aún no existe un tratamiento de probada eficacia; esto hace que la posibilidad de infectar a una persona sana se convierta en un problema aún mayor.