México.- El Ministerio Público de Bolivia inició un proceso penal contra Evo Morales, bajo la acusación de fraude electoral en los comicios del pasado 20 de octubre de 2019.

En dichas elecciones dieron como ganador al líder del Movimiento al Socialismo (MAS), previo al golpe de Estado en el país.

Desde La Paz, el Ministerio Público precisó que el proceso penal fue a solicitud del ex mandatario Carlos Mesa ante la Fiscalía el pasado 12 de febrero para ampliar la investigación sobre Morales y algunos de sus ministros.

Acusación alcanza al exvicepresidente Álvaro García Linera

El fiscal general, Juan Lanchipa, indicó que se recibió la información de sobre la apertura de un nuevo caso en contra de las exautoridades, en relación al fraude electoral.

Indicó que la acusación alcanza además al exvicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, así como a otros miembros del Gabinete que acompañó a Evo Morales.

Tras conocer el inicio del proceso penal contra el expresidente boliviano, Carlos Mesa afirmó que los funcionarios que señala como responsables del "fraude" en 2019 pagarán por sus faltas

Al también ex candidato presidencial Carlos Mesa se le conoce como uno de los dirigentes políticos de la derecha que fomentó las movilizaciones violentas que propiciaron el golpe de Estado.

OEA no pudo determinar con certeza si hubo fraude

A inicios de diciembre de 2019, la Organización de Estados Americanos (OEA) dio a conocer este miércoles su informe final sobre los comicios el pasado 20 de octubre en Bolivia.

El documento del organismo determinó que hubo "operaciones dolosas" en dichas elecciones que alteraron "la voluntad expresada en las urnas".

El informe de la OEA señaló inconsistencias en 226 actas, aunque no pudo determinar con certeza si hubo fraude y reconoció que, en esa votación, Morales "habría conseguido la mayoría de los votos".

Tras dicho informe, Evo subrayó que aún anulando el voto al oficialismo en esas actas, la diferencia entre él y el candidato más próximo, Mesa, se habría mantenido por encima del 10 por ciento, lo que habría servido para evitar una segunda vuelta.