Brock Franklin fue setenciado a casi 5 siglos de prisión, al ser encontrado culpable de utilizar drogas y violencia física para controlar y manipular menores de edad para prostituirse.
La sentencia, de 472 años en prisión, es más de cuatro veces la sentencia mínima en estos casos y la sentencia más larga para un caso de prostitución infantil en los Estados Unidos.
Ocho de las nueve victimas de Franklin fueron escuchadas por el jurado; la fiscalía las utilizó para comprobar que el acusado abusaba de niñas en situación vulnerable.
Las víctimas relataron como el abuso por parte de Brock les robó “la confianza, la risa y la felicidad”.
Ante estos hechos, el juez Peter F. Michaelson decidió decretar esta pena severa, con el fin de que Brock no cause daño nunca más.