Leia Godwin, una bebé de apenas cinco meses de edad que se contagió de coronavirus, enfermó del corazón de por vida tras desarrollar Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS), padecimiento relacionado con el virus.

La bebé fue hospitalizada el pasado mes de abril en el Reino Unido tras presentar fiebre alta acompañada por erupciones en el cuerpo; síntomas del PIMS. Días más tarde también presentó tos, amigdalitis y taquicardia, mientras que el sarpullido y la temperatura empeoraron. Todo derivado del coronavirus.

En consecuencia, los médicos decidieron trasladarla al área de cuidados intensivos del hospital Noah's Ark, en la ciudad de Cardiff, al sur de Gales, donde finalmente descubrieron que tenía múltiples aneurismas en el corazón, así como una hinchazón anormal en la pared arterial.

Esto pone a la bebé en peligro de sufrir un ataque cardíaco, por lo que deberá tomar anticoagulantes de por vida, además de que cualquier estrés físico o emocional que aporte presión al corazón también la coloca en una situación de riesgo. Por su parte, la madre de Leia cuenta que esta fue internada de nuevo en dos ocasiones en este último mes.

La primera, debido a que sus ojos comenzaron a expulsar sangre, y segundo, tras golpearse accidentalmente en la cabeza. Para ello, los médicos sugirieron a su madre colocarle un casco con el objetivo de protegerla de golpes y caídas que causen estrés en su sistema cardíaco.

"Fue un momento terriblemente aterrador y no he sentido eso con ninguno de mis otros bebés. Pero somos un poco más suaves con ella", dijo la madre de Leia acerca de que el coronavirus empeoró la salud de su hija. Apenas en mayo de este 2020 un bebé de ocho meses murió tras contraer el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico.