México.- Se cometen actos de tortura y represión en Nicaragua, advirtió la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, en tanto que México y otros países externaron su preocupación por la crisis en aquel país.

Cabe recordar que el presidente Daniel Ortega propuso reducir los beneficios de los pensionados, lo cual desató una ola de protestas en abril. Y aunque el Gobierno se retractó, su severa respuesta a las manifestaciones generó más turbulencias por el rechazo a la gestión del mandatario.

La ONU indicó que la policía y las autoridades en Nicaragua ha matado y encarcelado a personas sin someterlas a un proceso judicial y han cometido actos de tortura, por lo que exhortó al Gobierno poner fin a la violencia en la que han fallecido unas 300 personas desde abril.

"Se están cometiendo un amplio rango de violaciones a los derechos humanos, como ejecuciones sumarias, tortura, detenciones arbitrarias y se le está negando al pueblo el derecho a libertad de expresión", señaló el portavoz de derechos humanos de la ONU, Rupert Colville.

En conferencia de prensa, de la que da cuenta Reuters, abundó que entre las víctimas se encuentran 19 oficiales de la policía. Agregó que las denuncias provienen del personal de derechos humanos en terreno, en un escenario caracterizado por la ausencia del estado de derecho.

Añadió que los manifestantes eran mayormente pacíficos aunque algunos iban armados.

La mencionada agencia recuerda que este lunes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que grupos vinculados al Gobierno de Nicaragua estaban utilizando una fuerza letal "inaceptable" contra los ciudadanos, y lo instó a poder fin a la violencia.

México, preocupado

En tanto, el Gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) externó su preocupación sobre la crisis que vive la República de Nicaragua.

En un comunicado, dijo que se suman a esa preocupación los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

Les inquieta que se violen los derechos humanos y las libertades fundamentales en Nicaragua, y externaron su más firme condena a los graves y reiterados hechos de violencia que se vienen produciendo y que han provocado hasta la fecha la lamentable pérdida de más de 300 vidas humanas y centenares de heridos.

Ante ello, exigieron el cese inmediato a los actos de violencia, intimidación y amenazas dirigidas a la sociedad nicaragüense, así como el desmantelamiento de los grupos paramilitares

Asimismo exhortaron a reactivar el diálogo nacional en Nicaragua, dentro de un clima de respeto a las libertades fundamentales, que involucre a todas las Partes para generar soluciones pacíficas y sostenibles a la situación que se vive en ese país y el fortalecimiento de la democracia, los Derechos Humanos y el Estado de derecho en ese país.

En tanto, externaron su apoyo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua para que continúe sus trabajos en pro de la búsqueda y promoción de soluciones del conflicto y en el respeto de los derechos humanos de los nicaragüenses.

También extendieron su agradecimiento a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las visitas realizadas a Nicaragua para investigar los sucesos e instan al gobierno de esa nación a que cumpla con las 15 recomendaciones formuladas; y a colaborar con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

Llamaron tanto al Gobierno de Nicaragua como a otros actores sociales para que demuestren su compromiso y participen constructivamente en negociaciones pacíficas con resultados concretos que aborden los desafíos fundamentales del país.

Les pide incluir el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la implementación de las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la OEA y la celebración de elecciones libres, justas y oportunas, en un ambiente libre de miedo, intimidación, amenazas o violencia.