Los eSports son una forma de competición muy nueva aún, por ello no existen organismos ni regulaciones fuertes para este tipo de torneos. Ante esto, el uso de sustancias para la "mejora de rendimiento" se ha vuelto una constante en los jugadores élite.

De acuerdo con un escrito de Bjoern Franzen, uno de los encargados del marketing de las competiciones, el "Neurohemancement" (la mejora de las capacidades cognitivas, emocionales y motivacionales, vía fármacos sin prescripción) es una práctica recurrente en diversas competiciones. Esto debido a la creciente popularidad, así como las bolsas millonarias que se reparten, por lo que los patrocinadores, jugadores y personas involucradas no tienen empacho de "hacerse de la vista gorda", con tal de conseguir los resultados esperados.

Dentro de las drogas que se usan están: Piracetam (mejora la atención y memoria), Modafinilo (te mantiene despierto), Seleginila (mejora el estado de animo), Propanolol (reduce la ansiedad) y Ritalin (mejora la concentración). Todo con el fin de entrenar más a fondo y tener una ventaja sobre los demás jugadores.

Parte de la culpa es de los propios organizadores de los torneos, quienes desean potenciar el espectáculo, aunque eso signifique llevar a límites más allá de los humanos a los participantes. Quieren que siempre estén sonriendo, siempre den una gran participación y convivan con los fans; no importando las pocas horas de sueño o niveles de presión a los que estén sometidos.

Menciona que, para que los eSports puedan ser tomados en serio, necesitan establecer ciertas normas acordes a las legislaciones internacionales de otro tipo de competencias (como los Juegos Olímpicos). Una de esas normas sería un control real del tipo de "potenciadores" que ingieren los jugadores, así como sanciones acordes a ellas.

Con información de Bjoern Franzen.